La casa se me queda pequeña, la recorro de extremo a extremo, toco la pared y doy la vuelta, no me paro, estoy nerviosa, por el viaje que hoy emprendo.

Estamos en el camino, no necesito más que tu mano cogiendo la mía, el sendero será llano, siempre que la tengas cogida.

Recordaremos este viaje cada día de nuestra eternidad, solo hace falta que tú mi amor, vengas a coger la maleta mía, para hacerme saber que emprenderás conmigo, el viaje de la vida.

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