¿Por qué no seguimos los dictados de nuestro corazón en los setenta? Nuestro sueño era la Isla Blanca, Ibiza, lugar de Utopía. ¿Recuerdas?
Hubiéramos sido una familia feliz más de la Comunidad Hippie Ibicenca.
Nuestros hijos hubieran jugado en la playa todos los días soleados.
Disfrutaríamos plácidamente de cada atardecer como las gaviotas sobre el mar.
Coceríamos el pan en un horno de leña.
Habríamos pintado cada rincón de la isla y venderíamos nuestra obra en el Mercadillo de Es Canar.
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