Estaba segura que mis vacaciones iban a ser hermosas. Y asi fue. Unos pocos dias en la playa sirvieron para renovar las energias que se fueron gastando en el año. Volvi nueva. Llegue a Buenos Aires el 19 de marzo con alegría, la piel bronceada y preparándome para volver a trabajar.
El 20 de marzo comenzó la pesadilla del Covid 19. Ya no podía volver a mi empleo pues soy mayor de 60 años y además como tengo problemas cardiacos me converti en personal de riesgo. Los primeros tiempos me fui adaptando y comencé a trabajar home office. Mis días se fueron haciendo eternos. Comence a cocinar. Nunca fui una cocinera experta pero fui descubriendo el arte de la buena cocina. Aprendi a amasar, a hacer postres, embutidos, etc.etc.
No salía ni a la puerta de mi casa. Las compras las hacia mi hijo y cuando regresaba de las mismas, seguía el protocolo de limpiar todo con lavandina o con alcohol. Adoptamos la costumbre de tener cubiertos y vasos para cada uno. Evitamos correr cualquier riesgo de contagio. Fueron pasando los días, las semanas, los meses en esa monotomia que me entristecía y me llenaba de incertidumbre. Hace apenas unas semanas volvi por mi propia voluntad a trabajar observando todos los protocolos. Como vivo a unos metros de donde esta mi empleo el transporte no era necesario entonces voy y vengo caminando. Cambie de sitio pero el encierro es el mismo.Siento que perdi de vivir casi un año de mi vida y a mi edad eso es muchísimo tiempo. En estos pocos meses me fui volviendo mayor, mi movilidad no es la misma de hace un año, mi caracter cambio. Yo que era optimisma por naturaleza siento como si me fuera apagando de a poco. Donde quedaron los abrazos, los besos, el poder ver a los seres queridos con normalidad y no hablando y viéndolos por móvil. Obviamente no comparto esto con nadie, no quisiera preocupar a los que bien me quieren, en especial a mi hijo. Que ha pasado en el mundo? Porque razón somos victimas de esta terrible pandemia? Como creo en Dios pienso que El nos puso una prueba que es difícil de superar y que al terminar seremos mas fuertes. Yo que he tenido algunas operaciones siento que todavía estoy anestesiada. Quiero reir sin barbijo, acercarme a la gente que amo sin temor. Según dicen pronto tendremos la vacuna pero debemos seguir cuidándonos. Hasta cuando? Quiera Dios y la ciencia que acabe pronto. Lo necesitamos, lo necesito.
A estas alturas muchos se estaran preguntando ¿DONDE ESTA LA HISTORIA DE LA CALLE? Pido disculpas, no puedo escribir nada sobre eso porque estuve encerrada en mi casa 9 meses y ahora que salgo a la calle camino unos pocos metros y llego a mi trabajo. Solo veo rostros cubiertos, caminando sin alegria,
Los veo cuando todo esto sea solo un triste recuerdo. Hasta muy pronto.
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