Esos versos que se escapan
entre renglones torcidos,
de un alma dividido.
Entre pluma y papel
y la tinta que escribe,
es la imaginación que no prescribe.
Receta alguna
pero que precisa de cura,
y de remedio que asegura
poner fin a esta locura.
Locura de escribir
pasión por leer,
de sentir cada palabra
como si fuera la ultima,
letra de una canción de amor.
En el que cuentas la historia
como si fuera lo mejor,
que nunca te paso.
Y que te hace sentir
un especial cariño,
por escribir en un papel.
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