Y llegó el profesor al taller de escritura, con una muñeca encerrada en un vaso y habló del Poder de la Imaginación para escapar de aquel cristal y recordó la «Felicitas in Ser»…vocablo de orígenes inciertos, pero reveladores, que se pronunciaba como se leía, y se leía del revés, esto es, «Ser in Felicitas»: Un modo de ver y afrontar la vida, tanto propia como ajena, como un Tesoro: El más valioso del Mundo.

Al terminar, me hizo entrega del vaso… y con él, de una porción de Felicidad.

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