Era grande y fuerte como un sembrador. Abandonó su revólver 38 largo por una máquina de escribir Olivetti. Con la perseverancia de los días Un hombre llamado Todero se hizo escritor.
Mientras un abecedario de palabras propias se atragantaba en mi garganta, vi como observaba el ingreso de cada uno de los talleristas. Al final dijo: Tres fórmulas son importantes para aprender a escribir. Dejar de escribir, conocer el verdadero significado de las palabras y leer a los clásicos de la literatura.
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