En sueños había visto una historia que le impresionó. El amor entre un hombre y un tigre. Como era de esperar el tigre mata a su enamorado. Se puso a darle forma literaria y escribió un cuento: “Montar al tigre”.
En el taller literario en el que participaba acababa de publicarse un concurso de relatos. Contó las palabras para no pasarse, y lo mandó. Pero, ¡ay!, no se percató que el tema era “talleres literarios”. Lo retiró y se puso a esperar que se publicara otro concurso con el tema “tigres”.
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