El monstruo de las emociones, donde nace la rabia, el miedo, la tristeza, la alegría, el amor y la calma tiene nombre: CORONAVIRUS.

Nos pasamos la vida ahogados y perdidos, el trabajo, los hijos, el ex, la compra, la casa y un largo etcétera de lamentos.La rueda del hámster nos invade, nos arrastra y nos jode los días, los meses, los años…

EL CONFINAMIENTO (LA CALMA): he recordado lo  tanto que me fascinan los desayunos tranquilos, dormir a pata suelta hasta las mil, escuchar a Ludovico mientras leo mis libros favoritos, comer cada día con mi pareja, (mi gran compañero de vida), y con mis hijas, el mejor regalo que he podido hacerme…saborear cada bocado sin prisa…como el niño que prueba por primera vez un helado…CALMA.

 LA RABIA: !que triste coño!, lo peligroso de las creencias… algunos se agarran a ellas como clavos ardiendo.Respetar la libertad del de enfrente no consiste solo en aceptar su modo de vida sin criticarlo, sino en saber que no hay nada que juzgar ni entender, que con la que está cayendo hay que… QUEDARSE EN CASA.Nada de misas por la tardes, !reza en casa alma de cántaro!.Por no nombrar a la arpía del bajo c, que la molesta mi panera, !pero «so» mamarracha!, si es para recoger el pan y la levadura y no tener que salir de casa… RABIA.

 ALEGRÍA: Tengo la necesidad de reír a carcajadas todos los días, la risa nos convierte en seres felices, que es todo lo que deberíamos ser. Videollamadas de mi familia, amigos, las bromas, los videos, los aplausos, las torrijas, la lluvia, el sol, la esperanza…ALEGRÍA.

AMOR: El amor de verdad es alimento, nos da fuerza, !que poco necesitamos para ser felices!.

MIEDO: Nos aleja del peligro, mi miedo asegura mi supervivencia…miedo del monstruo, aquí en casa me siento a salvo, veo el horror a través de mi ventana.

TRISTEZA: 19.130 fallecidos a día de hoy, el dolor se queda ahí…en la garganta… donde más duele… el mundo llora, pero cada día la vida nos regala un arcoiris y mañana todo habrá terminado…algún día.

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