El silbar del viento, el cantar de los grillos, el irritante sonido de las cigarras, los incesantes ladridos de los perros que aumentan mi nerviosismo, los viajes al baño en medio de la oscuridad, todos estos y más son los elementos que forman parte de mi día a día, o bueno, de mis noches, ahora soy parte de este ecosistema, el encierro ha desencadenado una metamorfosis dentro de mí, me he convertido en un ser nocturno, me muevo entre las sombras, espero ansioso la caída del sol para así comenzar mi nueva rutina, en esto me he convertido, a esto me dedico, un ser nocturno.
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