Plaf! Un golpe seco y frío se escucha atrás de la puerta e inmediatamente me despierto. Abro los ojos limpios y bajando la almohada veo que todavía son las dos de la mañana. Sigo, una vez más, sin poder conciliar el sueño. ¿Por qué, en una época donde la tecnología abunda y crece a pasos agigantados, todavía no existe un implante, un botón, unas perillas, o un colchón donde dormir sea nada más y nada menos que el acto de acostarse? ¿Por qué? me sigo preguntando mientras me siento en el borde de la cama. Queremos, egoístamente, apoyar la cabeza en la almohada y cerrando los ojos de manera orgásmica, zambullirnos en el placer del sueño. Pero no. Llegado el momento la cabeza, empieza a tomar otro rumbo, se escapa. Empieza a relatar hechos pasados y otros que nunca pasaron, discute, recuerda, se asusta y vuelve a discutir. ¿Cuál es la necesidad? ¿Acaso no somos dueños de lo que pensamos? Ese pareciera ser el único momento donde las manos cansadas de nuestro cerebro sueltan las riendas y los pensamientos empiezan a galopar sin rumbo y casi sin sentido. 

Muchos buscan la solución mágica y fácil, la del camino corto. Unas pastillitas de menos de 1mg. Después de cenar, medio vaso de agua, pastillita blanca a la boca y listo, un problema menos. De esa manera las manos que sostenían las riendas de los pensamientos siguen agarradas y todo sigue galopando suavemente con una leve brisa en la cara y sin relinches o galopes arrítmicos. Pero no me cierra. Depender de una pastilla para el placer natural de dormir, no me gusta. Yo no encuentro otra alternativa que hacerle frente a las ideas, a las imágenes que aparecen zigzagueando, se nos ponen adelante y súbitamente desaparecen. Suena tan sencillo.Pero si es tan fácil, ¿qué hago sentado en la cama a las dos de la mañana? ¿Y si ese golpe no fue más que el jinete de mi cerebro, que al soltar las riendas, cayó inconsciente dando lugar a una estampida de ideas absurdas y sin sentido que dieron como consecuencia este relato?

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS