Encerrados sin estar en cuarentena

Mutilados de nuestra paz interna.

¿Qué no nos damos cuenta?

La cuarentena inconsciente que no queremos aceptar, es el trajín de todos los días, la costumbre de estar en el desorden del tránsito vehícular. Esa cuarentena impuesta, de alejarnos de nosotros mismos.

No quiero volver a la competencia en el trabajo, no quiero volver a la aceptación diaria de algunas injusticias sociales, eso también es estar incapacitado de libertad.La impotencia de no poder decirle en cara a nuestros jefes lo que ellos están haciendo mal, es como un toque de queda; encerrados por voluntad ajena.

¿Y por qué no disfrutar la libertad que nos da esta “catástrofe” mundial? ¿Acaso no querías cambiar la forma de hacer las cosas? ¿No necesitabas un descanso?Algunos gobiernos piden amarramos a la voluntad de Dios, sabiendo que el mismo Dios nos dio la libre elección de hacer lo correcto o incorrecto, y la realidad es que nos toca hacer la voluntad de esos burócratas holgazanes.

Así que…

¡Somos libres estando en cuarentena por la crisis!

Prefiero quedarme en casa, libre de maquillaje, tacones e hipocresía.

Yo renuncio a la difícil tarea de reprimirme el descanso que merezco y los beneficios de holgazanear.

Ya tendremos tiempo para trabajar, para empezar de cero el año. Se vendrá un buen momento para amar.