Ella siempre fue caprichosa.
Algunos dicen que temida desde los albores de la conciencia; otros, que eso fue un burdo truco para mantenernos a raya.
Yo de ella sólo sé que es caprichosa.
Se los está llevando. Ancianos, vulnerables. De vez en cuando sale «7» y se lleva a alguien en la flor de la vida.
Apelo al sentido de la relativización: cada vez menos plásticos estrangulan nuestros mares, cada vez menos coches vierten su veneno en mi ciudad, cuyo aire es casi puro por primera vez desde que tengo memoria.
¿Cuántas vidas por cuántas vidas?
¿Cuánto sacrificio por cuánta conciencia?
¿Cuánto azar para paliar el Khaos?
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