CUARENTENA INSEGURA

Hace una semana que no salgo, por decisión propia, porque no hay obligatoriedad… todavía.

Cocino, limpio mucho y miro televisión. Estoy al día con las comedias y las noticias, que a cada rato se van actualizando.
Me acompañan mis dos perros. Ellos viven afuera, así que nos vemos sólo cuando salgo al patio a buscar algo.

Mi hijo me viene a ver todos los días y de paso, se come todo. Disimuladamente, verifica que estoy bien.

Anoche, cuando terminé de recoger la ropa y entré en la cocina, mis dos compañeros caninos, tristes como yo estos días, se acercaron a la puerta a esperar su cena … la que siempre les doy a la misma hora.

El perro grande come afuera. La perrita chica, adentro. Así no pelean.

Puse pestillo sin llave y esperé que terminaran, entretenida con el celular.

De pronto… ¡ruido de reja!. Otra vez, pensé, ¡van a pelearse!… y miré.
Entonces veo, parado en la cocina como si fuera dueño de casa, un muchacho gordo, grande, con la cabeza cubierta.

Creí que era mi vecino… pero no.
Le pregunté qué quería, me sonrió y se fue.
El pestillo estaba roto en el suelo y la llave no la encontré.

Mientras temblorosa llamaba a la policía, cuidaba la puerta sin protección.

Mis perros como si nada, seguían comiendo.

Llamé al vecino y vino. La policía también. .. en dos minutos.
Lo estaban buscando.

Ya había entrado a otras casas y sabían quien era. No me preguntaron nada pero revisaron todo. Encontraron mi llave junto al limonero y una silla junto al portón. Después se fueron en moto…

Eran cuatro policías, con cascos y chalecos bien armados.

Salieron a toda velocidad a darle captura antes que otro les pidiera ayuda.

Como estamos todos encerrados, la historia fácilmente podría repetirse. (No había sido la primera).

Pero tuve suerte. No se llevó nada ni hubo disparos.

Vino mi hijo y cuando vio que estaba tranquila, también se fue.

Y yo sigo acá. .. mirando las noticias y mis comedias, como todos los días. Porque sigo teniendo televisor…

Nota: historia real