​ OREJA, PUEBLO NO ESCUCHADO​

​ OREJA, PUEBLO NO ESCUCHADO​

El silencio sobrecoge, nada lo llena, el exceso de quietud circunda con melancólica tristeza. El alma se subleva con rabia por la desidia de la inoperancia política, los de antaño y los de ahora, al despojar a otro pueblo de sus gentes con historia, en favor de otras villas con más celebridad y progreso, tomando como suyo lo que nunca fue su riqueza.

Desafiaron a Aníbal en la gran Batalla del Tajo, olcades y vaceos, los carpetanos, de los que hablara Tito Livio. Los romanos la llamaron Villa Aurelia, visigodos, musulmanes y cristianos irrumpieron mezclándose culturas y grandes contiendas. Destacó por su arrojo la Encomienda integrada por Colmenar, Oreja y Noblejas en la defensa de Toledo, aprovechando el enclave estratégico del Tajo. En la Reconquista entre moros y cristianos hubo en su planicie fuertes enfrentamientos.

Alfonso VII, el Infante Don Sancho, Alfonso VIII, los caballeros de la Orden de Santiago y entre fueros y prebendas, sus vecinos pagaron los impuestos hubiera o no cosecha. De los grandes bosques leña y caza, de la Vega vinos, cereales y aceite, que aún son el estallido de la rica tierra. Tras la batalla de Uclés, Oreja/Villa Aurelia, quedaría arrinconada a su desdichada suerte apoquinando el tributo. Al disgregar la encomienda, comendadores, caballeros santiaguistas, condes y marqueses forzaron, tácitamente, a sus gentes a marcharse de su tierra.

Por un empinada cuesta se accede al pueblo y, a unos metros, dominando el risco sobre la Vega del Tajo, los resquicios del que fuera el infranqueable Castillo de Oreja. Su torre se aferra maltrecha para no desplomarse ¡orgullosa de ser centinela! sus aldeanos la confiaron la obligación de resistir, con orgullo y soberbia. Abajo el río vomitó sus penas con dardos, espadas o espuelas, como prueba.

En el año 1959 por las “(in)competencias” sin agua, luz, médico ni maestra emigraron a Ontígola, Aranjuez y Noblejas y desde allí se agarran con firmeza a sus raíces, para que la llama de la memoria permanezca.

Calle de Enmedio

Los que aún viven, exiliados por fuerza, conservan su iglesia que tiene una pila bautismal de piedra, con inscripciones de otra época. La Virgen viaja desde Noblejas, custodiada del expolio por la familia de Carmen “la orejana” ahí se celebró su boda, la última y, en la Calle de Enmedio los restos de su casa, con tristeza nos relataba.

“Noblejas no olvida a Oreja” desde todos los tiempos somos uno, hermanados cultural y genéticamente. En los 15 de agosto día de su patrona, el pueblo revive abiertamente sus recuerdos y, elevan las plegarias por su tragedia a la Virgen de la Asunción.

Este verano viví la experiencia, noblejanos y orejanos, de madrugada pusimos pies en ruta, otro año más, rescatando al pueblo del helado silencio.

Contemplé desde el risco la planicie y el río, donde resisten las huellas construidas por el hombre rural y sencillo, destruyéndolo el olvido, en este tiempo de mayor avance y cordura, que por discrepancias limítrofes permiten que se pierda esta batalla.

Va por ellos ¡Bravo!.

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