Su Ultima Actuación

Su Ultima Actuación

Ruben Ielmini

27/05/2022

 Esta culminando Cinema Paradiso, llega la escena final, la mas emotiva, cuando Salvatore, empresario cinematográfico, camina por el pasillo con un rollo de cinta, se la entrega al proyeccionista, entra en la sala, se sienta a esperar, comienza la proyección y ante el asombro del único espectador, aparecen una serie de imágenes y de fondo la maravillosa melodía de Ennio Morricone,  siguen las imágenes de besos, actrices con el pecho descubierto, todo censurados por el padre Adelfio, el cura de su pueblo, la máxima autoridad en censura, el cura miraba en función privada la película antes que el público; veía una escena subida, y sonaba su campanita manual, Alfredo paraba la proyección, rebobinaba la escena y con una tijera la cortaba sacaba esos metros y la volvía a unir; la película quedaba preparada para ser exhibida con varios tijeretazos..

  Las escenas siguen multiplicándose mas y mas besos que los espectadores del pueblo nunca vieron. las lágrimas comienzan a brotar en los ojos de Salvatore…

 Muy poco publico hay en el cine, es la última función de las veintitrés, en la fila diez esta Mariano, un  fanático de la película, es una de sus favoritas, la vio infinidad de veces, sabe cada escena, quien participa, recuerda los diálogos, sabe todo, le falta ser protagonista.

 Mariano estudió de actor aficionado en una escuela municipal, pero no le fue bien en los castings, solo un par de bolos en telenovelas.  Estuvo, sentado en el set de un bar haciendo mímicas de conversación con otro extra, mientras Rolando Rivas ( Claudio Garcia Satur ) dialogaba en otra mesa con Monica (Soledad Silveyra), fue parte del público en una escena de Gatica el mono en la Federación Argentina de Box, otra en  El secreto de sus ojos en la escena en la cancha del estadio de Huracán, era un hincha que alentaba a su equipo mientras Benjamin Exposito (Ricardo Darin) y Pablo Sandoval (Guillermo Francella pasan delante para detener a Isidoro Gomez (Javier Godino), acusado de un crimen , también hizo de manifestante en Evita en plaza de Mayo, mientras Madonna desde el balcón cantaba No llores por mí Argentina.

  Mariano es un señor mayor con problemas de salud, su corazón no lo esta ayudando, presiente que en cualquier momento llega el final y pide un último deseo, tener protagonismo en alguna película importante, claro que a su edad nadie lo va a llamar, pero se equivoca porque el destino le tiene una sorpresa.

Se quita su abrigo y lo deja al costado de la butaca, muy atento a la actuación de Salvatore , de pronto este mira hacia la sala, lo ve a Mariano y con un gesto le indica que se acerque, Mariano queda petrificado, mira a su alrededor y no hay nadie, el poco publico no esta en la sala, mira de nuevo la pantalla y Salvatore lo señala y le indica que suba, como hipnotizado por la luz de esa proyección, Mariano se acerca, sube al escenario, y se produce el milagro…como  Cecilia en La Rosa purpura de el Cairo, traspasa la pantalla y aparece en la sala de proyeccion al lado de Salvatore quien sonriente le indica que tome asiento y le habla en su idioma.

— ¿Ciao Mariano, come stai? Guarda che bella secuenze? Ma, e un regalo di mio amico Alfredo. Mi ha lasciato prima di moriré.

Mariano esta mudo, no sabe qué decir, está sentado junto a nada más y nada menos que Salvatore interpretado por Jaques Perrin, juntos siguen mirando las escenas censuradas de la mayoría de las películas que se exhibieron en el cine Paraíso de su pueblo, los dos ríen y se emocionan.

  En la sala entra Silvina  su hija que preocupada por la tardanza del padre, quiere saber si se encuentra bien. Con la ayuda del  acomodador busca entre el poco público que hay en esa última función, ya paso más de medianoche.

No lo ve, el acomodador ilumina una fila y ve un abrigo en una silla

—Ese abrigo es de mi papa, pero… ¿dónde está?

Su corazón palpita a mil, algo imagina.. – ¡No puede ser…por favor  no!luego mira hacia donde no quisiera ver… la pantalla, y ahí está su papa Mariano, junto a Salvatore, él la mira sonriente levanta el pulgar indicándole que esta todo bien, Salvatore también la mira y la saluda pone una mano en el hombro de Mariano, y siguen mirando la proyección.

 Silvina…se parte, toma el abrigo y lo aprieta junto a su pecho, se sienta en la butaca a ver el final… Mariano se ha ido, pero cumplió su propósito, tener su importante y merecido papel protagónico.

Fin

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