Solsticio – Baiuca&Carlos Núñez

Solsticio – Baiuca&Carlos Núñez

Elisa Rivero

25/05/2022

¡Bienvenido a un tiempo remoto! Instrucciones: el relato está grabado en voz, sincronizado para escucharlo a la vez que la canción «Solstício». Por favor, visualiza ambos vídeos, reproduce primero el relato y cuando termine la cuenta atrás, da a Play en la canción de Youtube (abajo). Tienes el texto en mi vídeo ¡Gracias y espero que disfrutes!

Relato:

Canción:

«Hay un hilo muy fino que une Troya y Pontevedra.

Esta es la historia de Teucro, hijo de Telamón, y su viaje a los confines del mundo.

Dicen que Teucro fue el mejor arquero del bando aqueo, y que su flecha habría atravesado a Héctor de no ser por Zeus y su intercesión.

Presenció la locura de su hermano Áyax, el Grande, y nada pudo hacer para evitar su suicidio. Él estuvo en las tripas del caballo y salió de Troya vencedor.

Mas a la vuelta al hogar no hubo festejos. Su padre le culpó por la muerte del Gran Áyax, y lo expulsó de Salamina. Con un puñado de hombres, el aqueo se hizo a la mar.

Cuentan que consultó un oráculo en Egipto, y que narró a la hermosa Helena el desenlace de la guerra.

Dicen que conquistó Chipre y que allí fundó familia y ciudad. Pero la profecía lo empujaba aún más lejos, esquivando los brazos de Medusa, por la interminable costa Libia hasta las columnas de Herakles, allá donde se acaba nuestro mar.

Donde, algunos, piensan que late la Atlántida.

Atravesó las cosas lusas, donde pastan las yeguas fecundadas por el Céfiro y que paren unos potros veloces sin igual. Cruzando las islas Casitérides cargadas de estaño. Junto a una ría, le reveló el Oráculo, fundaría su ciudad.

En el día más largo del año conoció Teucro a los callaecios, que prendían hogueras más altas que la de Troya al colapsar. A su calor bailaban los muchachos en honor al dios Belenos, hermosos y ebrios.

Cuentan que al caer la noche, por la playa apareció una joven, comparable a Helena en hermosura, y que su piel brillaba bajo la luna como las escamas de los peces en el mar. Prendado se acercó Teucro a la muchacha y, entrelazando las manos, danzaron locos en el ritual.

Fuego y océano unidos sin apagarse.

Rugía la hoguera según los muchachos la saltaban en cabriolas imposibles, y Teucro se perdía en los ojos azules de su compañera, sin dejar de bailar.

Él quiso conocer su nombre, y ella dijo que esa noche no tenía. Insistió Teucro y la mujer le propuso revelarlo al amanecer, si estaba dispuesto a todo por su amor.

Así que al morir la noche más corta del año, ella lo condujo hacia la orilla. Poco a poco el mar los fue envolviendo, cubriendo los cuerpos bellos con su sal.

Con las primeras luces nadó ella y le reveló su nombre: Leucoina, sirena hija del océano, solo humana durante la noche de San Juan.

Al fin Teucro comprendió su error.. Trató de alcanzar la orilla, pero una ola lo engulló en un abrazo fatal.

Y los dos se sumergieron en el reino del Atlántico, tan lejos de Grecia de Troya. De donde no regresarán jamás».


Dedicado a los que, como Alejandro Guillán (Baiuca) y Carlos Núñez, lucháis por preservar nuestra música y nuestras tradiciones. Gracias.

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