¡¡It’s the end of the world, as we know it!! Y luego ya guachuguachuguachu… porque la canción va muy rápido y la letra es complicada, así que canto en mi inglés inventado, con micrófono invisible en mano, creyéndome estrella del rock. Y así me paso los días, gritando la canción por encima de la voz del cantante de R.E.M. y del insoportable chirrido del somier de los vecinos de arriba.
Oye, que cada uno vive la llegada del fin del mundo como le place, y además ya tengo más que amortizadas las citas de Tinder. Sé que es raro escuchar una canción que habla del fin de la humanidad cuando lo estás esperando, pero a mí me encanta el tema. Su ritmo frenético me sube el ánimo y me transporta al día más feliz de mi vida. He estudiado distintas opciones, y escuchar a Michael Stipe e ingerir grasas saturadas sin remordimiento alguno es lo que más me apetece. Definitivamente, creo que es una buena manera de sobrellevar la angustia de los días previos al apocalipsis.
El problema es que científicos de todo el mundo llevan ya un mes advirtiéndonos de la inminente llegada del meteorito, y a mí ya sólo me cabe el chándal y, además, creo que me estoy volviendo loca. En realidad, toda la humanidad se ha vuelto loca. Pongo la tele y no paran de aparecer saqueos a supermercados, farmacias y licorerías, y personas practicando sexo en plena calle. ¡Menudo caos! Si al pedrusco le da por desviarse, vamos a tener que afrontar graves problemas de alcoholismo, drogadicción, obesidad, enfermedades venéreas y superpoblación.
Me asomo al balcón y por fin veo un halo de luz que se dirige hacia nosotros. Una media hora nos queda, dicen en la radio. ¡A ver si aciertan! Corro al baño y cojo el frasco de las píldoras que me hacen olvidar que estoy sola, y a continuación me dirijo a la cocina. Vierto en un vaso el vino del único cartón que quedaba después del último saqueo. Abro mis capsulitas y las disuelvo en el vino barato. Una lástima, no poder despedirme con un Rioja.
Lo bebo de un trago, sin respirar, y espero que surta el efecto deseado. Me asomo al balcón y veo la luz cada vez más próxima. He puesto mi canción, bien fuerte para escucharla desde aquí. Con un pintalabios me he dibujado una línea roja que va de ceja a ceja, y esta vez mi micrófono es un cepillo de pelo (¡tiembla, público!).
It’s the end of the world, as we know it
De pronto veo que hay una multitud mirando hacia arriba.
It’s the end of the world, as we know it
La luz alumbra mi balcón y me cuesta abrir los ojos.
It’s the end of the world, as we know it
Miro hacia abajo y veo al gentío mirando hacia mí.
And I feel fine
¡Me están aclamando!
I feel fine
Me siento bien.
The other night I dreamt of knives
¿Estaré en la fase REM?
Continental drift divide
¡Las palabras fluyen!
Leonard Bernstein, Leonid Brezhnev
¡¿Y ese de ahí es Berto?!
Lenny Bruce, and Lester Bangs
Sí. Está igual que el día que celebramos mi 18 cumpleaños.
Birthday party, cheesecake, jelly beans, boom!
¡Tarta de queso y concierto de mi grupo favorito!
It’s the end of the world as we know it
El público canta mientras contempla mi actuación.
It’s the end of the world as we know it
Me subo a la barandilla del balcón.
It’s the end of the world as we know it
Me están esperando con las manos alzadas.
It’s the end of the world as we know it
Me dejo caer boca abajo, con los brazos extendidos.
And I feel fine
Berto me espera para darme nuestro primer beso.
It’s the end of the world as we know it
Ligera como una pluma, caigo sobre sus brazos con el fade out.
It’s the end of the world as we know it
Me besa y me da las buenas noches.
It’s the end of the world as we know it
La canción es solo un susurro tenue
And I feel fine
Cinco, cuatro, tres, dos, uno.
Sonrío, y mis ojos se cierran.
It’s the…
Canción: It’s The End Of The World As We Know It (And I Feel Fine) (R.E.M)
Letra: Michael Stipe
Álbum: Document (1987)
Sello discográfico: I.R.S. Records
OPINIONES Y COMENTARIOS