GIACOMO (La Sacra Gioventù)

Giacomo era mi apetito más desvergonzado pues a pesar de siempre haber gozado la vida nunca la había disfrutado de tal manera, con una inyección de juventud en esa entrepierna sin duda fue mi peor pecado pero los pecados no se cuentan se disfrutan. Por lo cual, goce su incredulidad, y aproveché el vicio que tenía chorreando de mi cuerpo para hacerlo adicto. En nuestros momentos de soledad recorría ligeramente su abdomen sobre la ropa con mis hábiles manos con el pretexto que lo estaba arreglando mientras el sujetaba penosamente mis caderas adultas y observaba mis enormes pechos. Giacomo, mi joven mancebo púber, nunca fui ajena de tus apetitos insanos, y créeme los míos son sumamente perversos. Estuviste horas y horas viendo mi perfil, usando mis fotos para tu placer de hombre, imaginaste cada cosa en tu mente deseando con cada parte de ti hacerlas realidad y al tenerme cerca no supiste cómo reaccionar, solo palpita fuerte tu corazón y algo dentro de tu bragueta, por eso mismo no pudiste controlarte aquella vez.

Puede que esto iniciara como un juego, y como un juego nadie puedo descubrir como se acabaría.
Sabía que era mi atracción a él era un pecado, un pecado que tarde o temprano acabaría con mi sensatez. Tuve fantasías, tantos sueños atrapados deseos contra su ser, sin embargo siempre fue complicado a veces funcionábamos a veces no quizá por su inmadurez o por su juventud precoz nunca nos entendimos. Poco a poco conoció mi naturaleza de artista, mi propio ser soberano sin ataduras al amor habitual libre al libertinaje eso acabo con su espíritu de amor, pues cuando finalmente se enamoró entendió que yo no lo había hecho, con esa indiscutible inteligencia que tanto lo caracterizaba comprendió la farsa de mi fachada de mujer encantadora narcisista de la cual nunca pudo escapar. Confundió su joven y aturdido corazón con una atracción física sexual, un simple goce sexual.

BARAKAT.

Canción: Pendejo

Artista: Enrique Iglesias
Álbum: Final Vol. 1

Fecha de lanzamiento: 2021