PROLOGO
Hacía tiempo ya, que Mago y yo no vivíamos juntos. Habían pasado 8 años desde que él decidió dejar la casa de Madre e irse a vivir a la ciudad del laberinto. Desde entonces, venía a visitarnos una vez al año. Y como en cada ocasión, en algún momento de la visita, salíamos juntos para tomar un café y conversar. He de decir que normalmente hablábamos de mí, ya que siempre había sentido que cuando yo le hacía una pregunta en donde tenía que hablar de él, tendía a responder con un aire que no podía diferenciar, entre misterioso y algo reticente, lo que a veces me resultaba algo desconcertante. No obstante, aquel día fue diferente.
El clima estaba precioso, soplaba un aire refrescante y el sol estaba escondido entre algunas nubes. Llegamos al Café del Codo, que por cierto era de nuestros preferidos, adentro estaba un poco concurrido, así que decidimos acomodarnos en la parte de afuera, donde nos cubrían unas sombrillas verdosas y enormes.
Mago pidió un café y yo, un chocolate. Comenzamos, pues, con lo que en ingles llaman small talking, que no es más que pequeños fragmentos de diversos temas sin importancia, hablamos de las mascotas en casa, de nuestro trayecto en el camión y del clima. Esto transcurrió así hasta que nos trajeron nuestras respectivas bebidas. Fue entonces cuando Mago sacó un cigarro y me dijo:
– Bueno Marajute, pues, este joven llamado Darga era hijo de un poderoso nigromante que regía la tierra desde la Cuarta Época. La guerra entre los dragones y los karrel, había terminado hacía mucho tiempo, y había ocasionado que los sobrevivientes de estos últimos se retiraran a ocultarse en sus monasterios. Para los dragones no había sido una tarea sencilla, ya que, aunque eran poderosos y se dice, descendientes de los dioses, sufrieron también grandes pérdidas entre ellos, lo que los llevó a desaparecer poco tiempo después. Los karrel eran hechiceros de increíble poder y guerreros tan formidables que en aquel tiempo ninguna otra raza podía hacerles frente. Sin embargo, en aquella guerra no fue suficiente y desde entonces habían permanecido ocultos. En la actualidad los monasterios son lugares prohibidos para cualquier otro ser que no forme parte del gremio, los viajeros rodean estos lugares por miedo a acercarse más de la distancia convenida y su vida termine en menos de un parpadeo. Se dice que los karrel han guardado sus secretos en estos monasterios desde la primera época y que hoy entrenan diariamente mejorando sus habilidades en pelea y magia. Se cree que desde hace tiempo tienen poder suficiente para salir y tomar control de la tierra como en la época anterior a los dragones, sin embargo, también se dice que la única razón por la cual no lo han hecho es porque su Señor no lo ha permitido, sin embargo, la razón prevalece entre las sombras.
Por supuesto Darga conocía bien estas leyendas, como heredero y como aprendiz, debía conocer la historia del mundo. Diariamente practicaba la lucha con espada y repasaba sus lecciones de magia avanzada. Tenía tan sólo 15 años, pero contaba con un talento excepcional; pronto podría sobrepasar a casi cualquiera que se pusiera en su camino y podría gobernar como el nigromante lo había hecho hasta entonces. Y hubiera sido así si Darga no se hubiera revelado contra su padre y no lo hubiese matado a sangre fría.
La historia de aquel maravilloso mundo continuó, mientras en el café entraban y salían clientes. El sol se iba ocultando.
Nos trajeron un cenicero limpio y Mago apagó el tercer cigarrillo de la tarde.
– Darga, y el último dragón habían cruzado el laberinto de la Ciudad Prohibida y frente a ellos se encontraba el portal que los trasportaría atrás en el tiempo, para poder así traer de vuelta a los dioses. –
Los siguientes instantes fueron como volver de un sueño, y las voces de alrededor empezaron a sonar como murmullos entremezclados con el viento. No pude aguantar más la pausa y pregunté en tono urgente – ¡¿Y qué pasó entonces?!. Mago tomó un sorbo de su café – el segundo hasta entonces –, y dijo -No lo sé, la historia va hasta ahí y no sé si la terminaré.
ADVERTENCIA
El mundo en el que estas a punto de entrar contiene varios peligros así que antes de continuar leyendo asegúrate que no hay nadie más contigo. Mira a tu alrededor y si no te sientes del todo seguro no dudes en apagar las luces y encender unas cuantas velas. Cierra la puerta y las ventanas.
¿Estás seguro de que ya lo has hecho?
Muy bien, acomódate con este libro en tu regazo y no te olvides de cada cierto tiempo dar un vistazo a tu alrededor.
La historia que estas a punto de leer no la conocen otros seres. Eres el primero entre muchos otros de tu raza que se ha atrevido a abrir este libro. Debes saber que si no estás listo los secretos que aquí se revelan pueden poner en peligro tu vida, nunca sabes en que momento los Senli pueden estar escuchando, espiándote desde la oscuridad, ellos, como espías y asesinos que son, quieren toda la información que puedan obtener. Y aquí en tus manos tienes el gran manuscrito de Moenir Dugar Ilikoi y con él lugares y secretos más profundos que el reino subterráneo mismo.
La historia que aquí encontraras cuenta la travesía de Varno Mlugger Khiaskydgiroff Aeki, que duro tres largos años. Ha costado mucho recuperar los fragmentos de su diario y lamentablemente algunos se han perdido, es por eso que algunas partes han tenido que ser reconstruidas, y tu servidor ha dedicado los últimos 50 años en hacer una investigación de la vida de Varno y así poder tener aquí una historia más o menos completa y acercada a lo que ocurrió.
Ahora sí, antes de comenzar vuelve a mirar por última vez a tu alrededor, recuerda que también hay seres capaces de mimetizarse con las sombras, pero siempre puede sentirse su presencia cuando te concentras lo suficiente. Ahora, cierra los ojos y escucha atentamente, si no sientes ninguna presencia, ni escuchas ningún ruido puedes abrirlos. No olvides cada cierto tiempo poner atención a tu al rededor. De eso depende tu vida.
Ahora, es momento de empezar y que los dioses velen tu camino.
Capítulo 1
La encomienda
Entrada del diario de Varno
Hay luna llena en el exterior, a veces cuando necesito estar solo y pensar, vengo a este pequeño lugar donde me cubren unos árboles tan altos que no alcanzo a ver su copa, se escucha el agua correr por algún río cercano, aunque desde aquí no es fácil distinguirlo. Hoy cuando volví de la reunión con los ancianos del consejo, (nombre de la hermana de Varno) me estaba esperando sentada en mi cama, me recibió con un enorme abrazo y me pregunto cómo me había ido y si los ancianos habían decidido exentarme de los exámenes finales por mi increíble investigación. Me sonroje un poco debo admitir, una leve sonrisa se dibujó en mis labios, le dije: – Pues sí, algo muy parecido, de hecho, debo irme a arreglar unos asuntos, pero volveré más tarde y traeré algo para cenar ¿Te parece bien?
Ella asintió con una sonrisa en sus labios y me despidió.
Me alejé deambulando por los túneles. Encontré a un par de conocidos que me preguntaron acerca de la reunión (que los ancianos convoquen a un enano de mi edad no es nada común) y los chismes, aquí, se esparcen rápido. En ningún caso respondí con muchas palabras, dije que había estado bien y que era con respecto a mi investigación. Cuando la gente escucha hablar acerca de temas de estudio o libros normalmente se aburren rápido y dejan de preguntar, lo que me pareció en extremo conveniente, de veras no tenía ganas de dar explicaciones. Estuve caminando y pensando todo el día hasta que vi a nuestras flores de energía perder potencia. Entonces decidí salir a esta parte del bosque. Ahora solo puedo pensar en cómo decirle a mi hermana que parto en 2 días y esto solo mientras el consejo decide quién será mi acompañante. Aun no puedo creer que acepte este encargo de locos, iré a buscar el manuscrito perdido, aquel que he dedicado más de 6 años de mi vida en estar investigando. Los ancianos dicen que es muy importante para la época que se aproxima, pero eso solo me deja con más dudas. Una parte de mi está ansioso por empezar el viaje, conocer nuevas tierras y tengo la esperanza de encontrar muchas cosas más acerca de la historia de Moenir. Sin embargo, la otra parte de mí, desea quedarse con todas sus fuerzas. Aquí está mi hermana, sé que ella no puede acompañarme. Además, esto lo hago también por ella, el consejo aseguro que si yo iba en esta búsqueda no se tendría que preocupar nunca más por dinero y estaría becada en la Academia, cosa nada fácil hoy en día. No puedo pedir algo mejor, estoy seguro que con eso ella podrá salir adelante además es muy inteligente. La decisión está tomada ahora solo tengo que esperar que lo pueda tomar de la mejor manera posible.
Se hace tarde, ya escribí todo lo esencial y me encuentro más tranquilo, iré a casa, además aún tengo que llevar algo para la cena o [nombre de la hermana de Varno] querrá comerme a mí.
Fin de la entrada.
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