Teclas Blancas y Negras

Teclas Blancas y Negras

√Alegoricamente

01/04/2018


SIPNOSIS

TECLAS BLANCAS Y NEGRAS, ES LA HISTORIA DE UN CHICO LLAMADO OLIVER EL CUAL VIVE EN LONDRES, UN DÍA CONOCE A UNA CHICA LLAMADA ELIZABETH, LA CUAL LLAMA SU ATENCIÓN DESDE EL PRIMER INSTANTE QUE LA VE, POR LO TANTO OCURRIRÁN UNA SERIE DE ACONTECIMIENTOS QUE HARÁN QUE ESTA GRAN HISTORIA DE ROMANCE SE ENTRELACE A UNA REALIDAD QUE SE MUESTRA A TRAVÉS DE SONATAS RESPECTO A LA ESTACIONES QUE SON: PRIMAVERA, VERANO, OTOÑO E INVIERNO. GRANDES COSAS OCURRIRÁN SÉ PARTE DE ESTA HISTORIA QUE E INICIA.

Londres, 11 de Marzo del 2001

En un rincón de mi habitación hay un piano de color marrón, recuerdo que fue el primer regalo de mi infancia. Me lo obsequió mi madre cuando mi consciencia empezó a funcionar a eso de los 5 años de edad. Yo eran tan pequeño que tenía que usar una silla adaptable para poder llegar a las teclas. Recuerdo que cada tarde al llegar de la escuela, tocaba las teclas aunque estaba muy claro que no sabía lo que realmente hacía; pero mi madre al ver el interés empezó la búsqueda de alguien que me enseñará.

Al final de mi adolescencia mi casa sufrió un incendió, donde mi madre murió y lo único que no había sido consumido por las llamas fue el piano de color marrón.

Han pasado 15 años y aún sigo viviendo en Londres, pero en un pequeño anexo donde se puede encontrar una cama, una cocina, un baño pero gran parte de mi sala está cubierta por este inmenso piano que llevo a todas partes. La renta ha subido un poco, además soy un estudiante y todos sabemos cómo es la vida universitaria así que decidí congelar por un tiempo del tal forma que empecé a dar clases de piano en mi anexo, para así poder tener algo para pagar la renta.

Ya tengo el cartel fuera de la habitación, espero poder ganar unas cuantas libras.

SONATA DE PRIMAVERA

Londres, 19 de Junio del 2017

Era un día muy importante porque empezaba la primavera, me encontraba en mi estudio aunque en realidad, es un anexo, pero prefiero darle un poco relevancia para así no perder la gracia; le daba lecciones a una niña de 7 años llamada Amelia y debo decir que era la mejor de mi clase.

Estábamos viendo el pentagrama, cómo era su composición cuando de repente suena la puerta, me asomé por el ojo de pez y pude notar la silueta de una dama. Abrí la puerta y le dije que por ese día ya estaba cerrado y cerré la puerta. Al cerrarla Amelia me dijo que era su hermana quién estaba detrás de esa puerta. En verdad me sentí muy apenado y volví abrir con la excusa de que no sabía quién era la chica así que ella entendió luego se presento por su nombre que era Elizabeth, pasó al recinto y tomo asiento quedándose a ver el resto de la clase de Amelia.

Elizabeth era alta, cabello castaño claro, blanca, con unos pómulos algo marcados, ojos color avellana y labios grandes, algo largos a decir verdad.

En cambio yo era un negro de cabello oscuro, ojos café, de estatura notan alto y un rostro no muy llamativo. ¿Quién se iba a interesar en alguien como yo?, Al cabo de 15 minutos terminé la clase que tenía programada hacia mi alumna, pero Elizabeth se quedo allí y dirigió estas palabras hacia mí:

—Tocas muy bien el piano y además eres muy bueno enseñando, ¿alguna vez has tocado para un público? — preguntó.

— Nunca he tocado frente al público, creo que el único público es la oscuridad y la Luna en las noches que toco diferentes sonatas. — contesté.

—Antiguamente era vocalista de una banda, pero ahora soy solista por mi propia cuenta, además fui contratada en el ICEBAR de Londres. Creo que eres el pianista indicado para este trabajo — finalizaba aquella oración dirigiéndose hacia mí.

A lo que respondí con un ¡Sí! de una manera muy exagerada y desesperada. Elizabeth sonrió y me dijo que empezaríamos los ensayos el día siguiente por la noche.

Al siguiente día, el ensayo estaba pautado para las 19:00 de la noche, sentía ansiedad para que llegará ese momento pero la realidad me mostraba que aún faltaban 4 horas para eso. Fui ensayando distintas canciones de la banda Lana del Rey para así irme moldeando al género Indie que tocaban ellos en particular, finalmente escuche el “toc, toc” de la puerta así que fui abrir.

Al entrar Elizabeth llevaba puesto una blusa de lentejuelas, que literalmente brilla en la oscuridad además llevaba su sobretodo y una cartera.

— ¿Tienes alguna canción, ya escogida para empezar esta noche? — le pregunté.

—Sí, tengo una en particular que describe mi situación sentimental actualmente — contestó con gran certeza.

Le pregunte cómo se llamaba y me contestó: — “Nacidos para morir”, aquí tengo la partitura— contestó.

Al tener ya la partitura en mis manos empezamos el ensayo y pude notar que su registro vocal era Mezzosoprano al igual que la artista de Lana del Rey. Duramos alrededor de 2 horas ensayando, luego de que terminará el ensayo, salimos al balcón de mi habitación.

Ella sacó de su cartera una caja de cigarrillos y lo encendió ante la oscura noche y no pude evitar preguntarle: — ¿Por qué fumas? —

— La nicotina produce la sensación de relajación y al principio cuando empiezas a fumar te mareas y cuando dejo de fumar por mucho tiempo me dan muchos nervios, pero en realidad creo que es una jodida costumbre. — contestó con total franqueza.

— Anteriormente me dijiste que habías escogido “Nacidos para morir” por tu estado sentimental actual, ¿Hay alguien en tu vida? — le pregunté con gran curiosidad.

— Su nombre es Jasper, es una persona que me ha dado mucho apoyo e interés en los momentos más fuertes de mi vida y valoró mucho eso a decir verdad. — respondió nuevamente con gran franqueza. — Además creo que me está empezando a gustar, es mayor que yo, pero veamos a ver qué pasa. — agregó.

Al escuchar esas palabras me llamo más la atención Elizabeth y llegue a pensar que tal vez haya una posibilidad entre nosotros, porque yo soy contemporáneo con ella pero hay que ver qué pasa en el futuro.

— ¿Te gusta la primavera? — preguntó, observando la inmensa luna llena ante nosotros.

— Sí, está llena de muchos colores y mucha esperanza. Además siempre he creído que las estaciones son como los sentimientos de las personas, cada persona alrededor de su vida pasa por muchas estaciones y a veces se rompen los ciclos. —le dije con mucha convicción.

— ¿Y actualmente en que estación emocional te encuentras? — preguntó de una forma picará.

— Hoy me he dado cuenta que para mí ha llegado la primavera.

Bajo aquella inmensa Luna llena, me pudo quedar muy claro que los impacientes sentimientos que eran míos empezaban a salir hacia fuera y creo que nunca olvidaré aquella noche sobre el balcón.

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