la ciudad inteligente

Juan, para este viaje se puso su mejor traje, igual sabia que era un viaje sin regreso, un poco perturbado, no podía llorar, los niños no deben verlo débil y es mejor que lo recuerden alegre, siempre sonriente y con un cariñoso abrazo, dándoles fuerza y apoyo, quiere que los niños recuerden que siempre esta allí, para ellos, siempre alguien en quien confiar, ¿quien los consolará cuando se caigan y se golpeen?, ¿quien limpiará sus lagrimas y mágicamente las cambiara por sonrisas?.

Salio sigilosamente por la puerta principal, nadie lo noto, en el pueblo las puertas permanecen abiertas, no se preocupan mucho por los ladrones o algo parecido, pero el sí sabía que ese día ellos podían entrar por la fuerza, romper puertas y si algún niño se atraviesa lo pueden golpear o herir, prefirió salir sin que alguno de sus hijos lo notara, camino por la calle, estaba vacía, los vecinos se refugiaron en sus casas o ingresaron en alguna fonda, silencio, aire fresco en su rostro, sol inclemente, un cielo azul, si, había nubes, pero era, una bella tarde.

Salio a la carretera principal, la cual y según el gobierno estaba pavimentada, debía ser amplia y demarcada, pero apenas se asomaban unas piedras entre una gruesa capa amarilla que generaba un barro grueso por la lluvia de la noche anterior, que se pegaba a los zapatos, la maleza invadió la mitad del sendero y los vehículos que transitaban eran los viejos willys modelo 68, que servían de transporte publico, sin ninguna seguridad y conductores normalmente ebrios, que contrastaban con las opulentas camionetas 4×4 del alcalde y los terratenientes de la zona.

– para donde se dirige- grito una voz en el camino, no noto la silueta hasta que hablo y se movió, sus botas pantaneras negras y un fusil de asalto galisnikov en sus manos. -vengo a buscarlos- respondió con la frente en alto – no voy a esperarlos toda la vida a que se decidan a venir-, otros hombres con camuflados aparecieron, también llevaban armas en sus manos. -mire don, usted sabe que aquí se hace lo que el jefe mande, y usted sale por la noche, no respeta el toque de queda, habla de mas y nos esta investigando, y a nosotros no nos gustan los sapos infiltrados, ¿para que organismo trabaja usted?-

no pudo mas que esbozar una sonrisa, luego una risa y luego una carcajada, jajajaja, reia el hombre, cuando sonó el primer disparo, la bala le destrozo el pecho, callo al piso, otro disparo ensordecedor se escucho, este no le dolió tanto, el comandante se acerco, se agacho y le pregunto -¿para quien trabaja?- el hombre aun con vida respondió -hago mi investigación para mi tesis de grado, estoy estudiando para ser antropologo, y si- tomo aire, -estoy haciendo una investigación, estudio, investigo, el comportamiento humano-

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Meses antes, no muchos meses antes, tal vez dos o tres, los muchachos que acampaban cerro arriba, bajaron al pueblo y advirtieron con megáfono en la plaza principal que debido a presiones y a la presencia de las águilas negras, no se sabe si son paramilitares o de donde salieron pero están en la zona, se decretaba toque de queda a partir de las 6 de la tarde, Lucas Estelar Maria de la Cortizona, caminaba en ese momento por el parque y quedo aterrado, nunca le han gustado las armas y menos los fusiles cargados por unos adolescentes con la hiperactividad que solo da la calle y el vicio, los muchachos reían a gritos y bromeaban apuntando a los transeúntes, que corrían a resguardarse, el pueblo volvió a quedar solo y los muchachos se fueron, tan fantasmagórico como llegaron.

Lucas era amigo de la familia y llego a contar lo sucedido en cuanto pudo, la doña al verlo tan pálido, le sirvió un tinto. lo sentó en la mesa de la cocina y lo tranquilizo, y Lucas le contó lo sucedido, ella frunció el ceño y no pensó sino en su marido, el pendejo, tenia un problema de respeto a la autoridad, y no le ha hecho caso a nadie, pero guardo la esperanza de que esta vez acataría.

Juan llego a las cinco y treinta como era costumbre, venia con hambre de trabajar en el campo, la malesa siempre invadía el cultivo de café, que estaba renovando con variedad Colombia, el aroma fresco de este café, se sentía en el aire y los arboles florecidos de bellas flores blancas, -Cereza- como le decía de cariño a su esposa -la cosecha va a estar buena, los arboles están floreciditos- sonrió.

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Sentados frente al jardín interior de la casa, donde las orquídeas recién florecidas muestran sus hermosos azules, violetas entre blancas hojas, también hay rosas gigantescas, el jengibre de la colmena relucen cual maracas sonoras, y una bella flor que cuelga de un tallo, es una heliconia, cual tejido en capas, cuelgan mas pétalos de otros tantos pétalos, sus rojos con bordes amarillos resaltan en el espesor del verde al interior del jardín, -uno podría fácilmente perderse en esa selva- diría don rozo, burlándose cariñosamente de la doña Teresa, el jardín de 9 metros por 15 metros, en el centro de la casa,pues es mágico, los niños corren alrededor de este en sus veloces bólidos, triciclos y patinetas artesanales de madera y ruedas esferadas, otras veces están jugando a las escondidas, juego que Don Juan debe jugar a menudo y muy en serio, pues desde el toque de queda de los muchachos, juega a esconderse por el pueblo para no ser descubierto, pues se ha quedado tomando amarga, o jugando al tejo, – pero, que va, unos mocosos no me van a intimidar-.

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Lucio el hijo mayor de la pareja, el que apodaban «lúcido» en el colegio, desde que un día en que logró robarle el examen a la profe dora de matemáticas y lo repartió entre sus compañeros, cuando entregaron las notas la profe le dijo -te luciste Lucio, estabas muy lúcido-, sus demás compañeros aunque tenían el examen ni lo leyeron, Lucio alcanzo a pasar algunas respuestas en la hora del examen, pero los que no, perdieron, solo Lucio saco excelente.

Igual Lucio siempre le iba bien en el colegio, no necesitaba estudiar, con solo ir a clase le bastaba, la graduación de bachillerato era en pocos días, ya sabia que era el mejor bachiller del pueblo y el mejor icfes de la región y su madre estaba muy orgullosa, su padre lo felicito con un golpe en la espalda y salio a tomar agria, al papá no le gustaban las ceremonias y tenia que ir obligado a esta, tenia sentimientos encontrados, bueno, con el tejo se le quitarían y salio.

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Como todos los domingos, siendo día de mercado, en la plaza se movía mucha gente, los viejos willys 69 llegaban casi «picados» de la cantidad de gente que traían, solo unos pocos sentados, la mayoría cogidos de donde fuera, la alegría se sentía en el pueblo, los campesinos se reencontraban con sus amigos, podían hablar, tomar cerveza, las mujeres con su belleza impar y por supuesto se hace mercado.

Las únicas dos tiendas del pueblo no daban abasto con la cantidad de gente, había cosecha y por lo tanto, plata, pero la gente no trabajaba con gusto, como antes, sabían que si los muchachos se enteraban que vendieron algo, llegarían a sus fincas a cobrar comisiones, las casas no se arreglaban y todo el mundo vestía mal, claro que este no era problema para algunos, las niñas del pueblo si sufrían, los padres no les compraban ropa, ni zapatos ni nada de lo que salía en televisión, que envidia de las chicas de la ciudad que vestían ropa elegante y a la moda.

En la tarde el camión de café salió escoltado por un carro y dos motos, no se sabe lo que puede pasar en el camino, en la radio el presidente promete reforzar el ejercito para tener soberanía en todo el territorio, pero en este pueblo olvidado cuando pasa el ejercito es casi peor que los muchachos, amenazan gritan, golpean y según se rumora se roban a las niñas o las violan, claro que para Juan lo mas peligroso del pueblo es doña Elvirita y su lengua viperina, junto a sus amigas, -Esas viejas hacen coger a cuchillo a dos monjas- ; -si con esa lengua beben agua, el agua les debe hervir en la jeta, que lengüita tan caliente -decía-.

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Realmente fue doloroso, Doña Teresa se sentía muy mal, Juan no merecía esa muerte, ella era su cereza y Juan era su aguardiente, fuerte, ardiente, que lograba embriagarla con sus ocurrencias, ¿que pasará con sus hijos?, ¿que pasará con su casa?, se preguntaba, ella era feliz, sus hijos eran felices, su, sus, sus lagrimas inundaron el jardín que entristecía.

A Teresa y a sus hijos les prohibieron volver a la finca, todo lo que había en esta finca ahora le pertenecía a los muchachos.

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Como era de esperarse Lucio fue condecorado en la ceremonia de graduación, su madre estaba muy orgullosa, su luto combinaba con lo toga de Lucio, el profe Fernando le dijo a Teresa que el corporación LUZ estaba dando becas para la universidad en la ciudad capital, el profe le ayudaría, ella solo tenia que firmar unos papeles, el muchacho era brillante y si el se destacaba en la universidad podía incluso aspirar a ingresar a trabajar en la utópica CIUDAD LUZ, como todos sabían, a ciudad luz solo van los ricos y famosos, los deportistas y los genios, Lucio escuchaba la conversación atento, el muchacho estaba excitado, adoraba la tecnología, la gran ciudad inteligente era la meca para él, nunca imagino tan siquiera acercarse allá, que gran oportunidad, que gran aventura, se rumoreaba que allí todo era perfecto, todas las personas eran felices, era una sociedad justa y en armonía, sus calles no poseían trancones ni huecos como la ciudad capital, no habían atracadores como en la ciudad capital, todo el mundo era amable y colaborador, la ciudad era perfecta, Lucio tan solo tendría que pasar unos años en la endemoniada ciudad capital, el sentía que con su inteligencia era mejor que todo el mundo y le seria fácil pasar la universidad, igual ya lo había echo durante el bachillerato, ademas, cuando se instalara en ciudad luz llevaría a su mama y su hermanita pequeña Rosa.

Aunque Lucio solo fue una sola vez a la ciudad capital con su papá Juan, cuando tenia diez años, y no le gustaba para nada, el día en que fueron el bus se fue por una encumbrada y enculebrada carretera destapada, Lucio se marió hasta el punto de vomitar dos veces, el conductor no paraba, era una bestia para conducir y tardo interminables siete horas en llegar, su papá lo reconforto con falaciosas frases de que faltaba poco, el solo quería que el bus se detuviera, que fuera mas lento, pero sus rezos no fueron escuchados, cuando por fin se bajaron, todo el bus olía hediondo, las personas se abalanzaron apresuradas, atropellando a su padre y a él, cogían sus maletas y corrían cual perseguidos, Lucio no comprendía porque tanto afán, igual llevaban siete horas en este transporte de inframundo, no recuerda mucho, pero si recuerda que su papá se hecho la caja al hombre y el tomo una maleta muy pesada, unas personas con caras desfiguradas por el vicio se les acercaban, Lucio estaba asustado, pero un grito desde la otra acera los ahuyento, era su tío Froilo, los ayudo y los guió por el laberinto que era para Lucio la ciudad capital. El querido tio Froilo, no vino al entierro de su hermano Juan, Lucio lo extraño mucho y lloro.

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Desde la muerte de Juan no había ingresado dinero a la casa de Teresa, ella nunca ha trabajado y el fuerte Juan siempre se encargo de todo, Lucio trabajo como jornalero en la finca de Don Javier un amigo de su padre durante el ultimo mes del año, esa navidad no fue alegre, la pequeña Rosa escribió una carta a Papa Noel, pero parece que se extravió en el camino, la niña no pidió juguetes, no pidió ropa, solo pidió volver a ver a su papá.

A finales de enero el profe Fernando recibió respuesta de la universidad, a Lucio lo aceptarían solo si dejaban algo en garantía, la corporación Luz asumiría el valor de los semestres de la universidad de Lucio, pero si el joven no terminaba los estudios o no alcanzaba las expectativas de la empresa, la corporación luz cobraría la garantía, era Justo.

Teresa le dijo a Fernando que ella tenia la casa y la finca, bueno, de la finca tenia los papeles, porque como él sabia, no podía ir, aunque la sucesión no ha salido, la muerte fue hace poco y aun las escrituras están a nombre de Juan.

Fernando envió las escrituras a la corporacion Luz en la ciudad capital junto a un certificado de defunción de Juan, agrego una carta explicando, tendrían que esperar respuesta.

durante los meses siguientes Teresa vendió helados que ella preparaba, también vendía tamales los domingos, pero la plata no alcanzaba, el recibo de la luz era el mas caro, cocinaba con leña que Lucio traía de la finca de Don Javier para no gastar gas, Rosa iba a la escuela, donde le daban refrigerio a las nueve y refrigerio fuerte al medio día, mucho mas de lo que Teresa quisiera se convertían en el desayuno y el almuerzo de la pequeña Rosa.

El profe Fernando le había contado a Teresa que los refrigerios solo eran aguepanela con pan, que las frutas llegaban podridas y el refrigerio fuerte era un sándwich de cebolla y tomate y leche pasada, o tal vez jugo en agua con una tajada de plátano maduro, Fernando conocía los costos y pensaba que con lo que se pagaba por estos refrigerios fácilmente podían ser un desayuno y un almuerzo bien trancados para los niños, tenia ganas de quejarse, pero le daba miedo las represalias, también tiene familia.

El jardín de la casa moría, Teresa ya no lo cuidaba, estaba desordenado, se reducía a la mitad de su tamaño original, la vieja casa no reía, se sentía fría y húmeda, el viento aullaba a su paso, las lagrimas de las noches largas, aunque teresa se pusiera sacos, el frió en la noche penetraba sus huesos, Juan era tan tan cálido, tan acogedor, la arrullaba con sus brazos, ella se sentía tan protegida, ahora la cama era muy grande y las cobijas no calentaban, no podía dormir, en las madrugadas sentía que alguien se posaba sobre ella, la apretaba y trataba de asfixiarla, ella luchaba con todas sus fuerzas pero no se podía mover, sus brazos no respondían, era horrible, todas las noches era lo mismo, una maldita bruja se le sentaba encima, se lo contó al padre nicanor, quien le hizo un pequeño rito, no era un exorcismo, porque al padre le daba miedo que fuera un demonio y nicanor no sabia nada de exorcisar ni que hacer con tales demonios, recomendó llevar un escapulario que el bendijo con agua bendita de su pila bautismal y rezar cuando llegase la bruja.

Teresa lucia demacrada, bajo de peso, dejo de sentir sus lagrimas secarse en su rostro, su mirada perdida solo logrando ver un frasco en el piso que decía «vida».

SINOPSIS

LA NOVELA ES UNA CRÍTICA A LA SOCIEDAD ACTUAL DEL SIGLO XXI, LUCIO INICIARA UN VIAJE DESDE SU AGOBIADO PUEBLO, QUE VIVE EN EL ATRASO, CREE EN LA BRUJERÍA Y LA MAGIA HACIA UNA CIUDAD PERFECTA QUE MEJORA LAS CONDICIONES DE SUS CIUDADANOS, ES UNA CIUDAD INTELIGENTE, LAS PERSONAS SON ALEGRES Y LOGRAN REALIZAR SUS SUEÑOS, GANAN DINERO, SON FAMOSOS, NO CREEN EN BOBADAS ESPIRITUALES, PIENSA LUCIO, Y EN UNA PALABRA, SON FELICES.

EL SUEÑA CON DEJAR DE SUFRIR, EN LA CIUDAD HAY OPCIONES, PODRÁ AYUDAR A SU FAMILIA, PERO LENTAMENTE Y APOYADO POR SU TÍO, UN ANCIANO CASCARRABIAS, EMPIEZA A DESCUBRIR QUE TODO ES UNA FARSA QUE SOLO BENEFICIA A LOS MÁS RICOS, ESCLAVIZA A LAS JÓVENES PERSONAS COMO ÉL, LES ROBA LAS TIERRAS A PERSONAS COMO SUS PADRES, EL OBJETIVO DE ESTE ELABORADO PLAN DE UNOS POCOS ES QUEDARSE CON TODO, SOLO PARA SATISFACER SU PROPIO EGO.

LUCIO DEBERÁ ROMPER ESTE VELO Y LA CEGUERA DE SU PUEBLO Y ARRIESGAR SU VIDA Y LA DE SUS SERES QUERIDOS, LA PREGUNTA ES LO LOGRARÁ?