CAPÍTULO I

En el principio.

Que el Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente convocará una rueda de prensa urgente, era algo sin precedente en sus cuarenta años de existencia.

Cuando su Director Ejecutivo entró en la sala de conferencias, la expectación era máxima. El sucesor en el cargo del Sr. Stein continúo, con la labor empezada por su antecesor, la paralización de la deforestación selvática del Amazonas, como buen oriundo de Brasil y defensor del medioambiente, de todo el planeta, con más razón por ser su país de origen, de hecho sus palabras eran una repetición de las conferencias anteriores, celebradas en está misma sala. –Señores, sin ningún preámbulo continuó con su exposición, de la trágica realidad en nuestro planeta.

La gran crisis económica, que afectó a la mayoría de las naciones más poderosas del planeta, hizo retroceder económicamente a las naciones emergentes, a periodos de hambruna y desesperanza, siendo pasto de la avidez de las grandes fortunas, y de inversores sin escrúpulos, que sin ningún control por parte de los gobernantes, títeres de estos magnates, que sustrajeron las riquezas del subsuelo del planeta, deforestando y perforando la corteza de la Tierra, provocaron la ira de la naturaleza, que despertando de su letargo, decidió castigar al hombre. Las lluvias se hicieron torrenciales, los ciclos de las estaciones apenas se diferenciaban, grandes terremotos destruyeron numerosas ciudades. El caos en los núcleos urbanos, los desórdenes en todo el mundo, por la indignación provocaron la caída de numerosos dictadores y sus familias, pero al mismo tiempo nuevas formas dictatoriales emergen en el planeta.

Todo este caos globalizado en nuestro planeta, tuvo un comienzo o una historia más humana, pero fue la que con su contribución, hiciera posible que una nueva civilización, se afincase de nuevo en el fondo del mar, y fuera determinante para la nueva era que comenzaba.

Jhon Steward magnate de las finanzas y de la industria petrolífera, personaje que con su enajenación, logró que muchas formas de vida, tanto de los mares como de las selvas tropicales, llegasen al límite de la extinción, era apenas una sombra, de aquel hombre de antaño, que contagia euforia y entusiasmo a todos con los que trabajaba, por su dinamismo y mejor vista para los negocios. En su vida se relacionó, con numerosas mujeres, pero quizás la que más le impactó fue María, aquella muchacha latina, estrella de las pantallas del cine, mujer apasionada, que arrastró a muchos hombres a la locura; el inicio de esta relación fue más bien frívola, John estaba en la cima de su carrera, su cuenta corriente tenía demasiadas cifras, para sus apenas 30 años recién cumplidos, todo esto hizo que cayera en las redes de la dama. Los viajes de placer a todos los confines de la Tierra, entre los rodajes de las películas, que protagonizaba María, fueron múltiples, el jet privado de John era conocido en casi todos los aeropuertos del trópico, donde la pareja daba rienda suelta a sus instintos.

Al mismo tiempo se multiplicaban las propiedades, que el hombre iba adquiriendo para satisfacer a su pareja, al final ella viendo una estabilidad en su relación, decidió casarse con él, a los pocos meses ya esperaban su primer y único hijo. Pero ya todo no fue tan romántico, aventurero y apasionado, ella estaba la mayoría de los días, sola en la mansión en la que vivían, viendo como su embarazo, la transformaba en otra mujer, el aburrimiento y la monotonía se hicieron evidentes, retirada del mundo del cine, apenas asistía a ninguna fiesta de Hollywood, sus amigas fueron cada vez espaciando las visitas, pasaba los días tumbada en la cama, hablando por teléfono o conectada a Internet, la bebida que antes nunca tomaba, fue la mejor compañera de su soledad.

Los malos tratos a todo el personal doméstico de la casa, desembocó en numerosos pleitos, por causa de las malas formas de María. Gracias a los cuidados de los médicos, que la atendían, nació un niño hermoso y regordete, fue portada de todas las revistas de cotilleo del mundo. Juan Ernest que así le llamaron, era una bonita mezcla de sangre latina, con la anglosajona del padre.

De nuevo la felicidad pareció que llamaba a la puerta de la pareja, pero los negocios del padre, que había obtenido una concesión del gobierno de Brasil, en la frontera de Perú, para la extracción de petróleo en la selva del Amazonas, fue motivo de una nueva separación, de la popular pareja, la madre se volcó en la educación de su hijo, siendo el consuelo de su separación, aunque cometió el error de concederle demasiados caprichos a su infante, eran frecuentes las noticias de los fastuosos regalos que constantemente proporcionaba a su hijo.

Ya en edad escolar el niño fue educado, en los mejores colegios de Estados Unidos y de la Gran Bretaña, al principio la madre fijaba la residencia, cercana al lugar de estudios de su hijo, pero con el tiempo sintió necesidad de nuevos entretenimientos y distracciones; con sus ya cumplidos 40 años, y un físico envidiable, que muchos hombres recordaban con nostalgia, veía que el tiempo poco a poco iba consumiendo su belleza, la falta de un hombre en su lecho, se hacía cada vez más necesario. Al principio fueron livianas provocaciones a jovencitos bien parecidos, tanto del servicio, como de las asesorías que trabajaban con la familia.

Sebastián el chófer de la casa, fue el primero que cayó en las redes de María, el joven se encontraba, como casi todos los días, haciendo la limpieza del vehículo, cuando sintió unos ojos clavados en su nuca, en un principio no le dio importancia, ya que la única persona, que se encontraba más cercana a él, era su señora, fruta demasiado apetitosa, para uno que no tiene ni dientes, pensó mientras sonreía. María se encontraba en el solárium de la piscina, apenas tapaba sus generosos pechos, con un minúsculo biquini, la tira del tanga mostraba la totalidad de sus nalgas. El joven al darse la vuelta y contemplarla se sintió turbado, hecho que no pasó inadvertido por la mujer, sonriendo al contemplar el rubor del joven, y la manifiesta erección, que veía en el pantalón. Haciendo gala de sus dotes de seducción, la mujer procedió a quitarse la parte de arriba del sujetador, dejando al aire los pechos bien formados y erectos, que mantenía sin ninguna cirugía, pasó su lengua húmeda por sus carnosos labios, mientras sonreía mirando al muchacho, después de un rato, de juegos seductores, miró a su alrededor, y no viendo nadie del servicio, nada más que al joven, sintiendo su sexo húmedo y ávido de hombre, por lo que decidió dar un paso más.

–Sebastián, llamó la mujer, por favor venga un momento, – sí señora, respondió el joven, el hombre se acercó turbado, mientras retiraba la vista de la desnudez de la mujer, ella sonriendo le dijo, –acérquese o es la primera vez que ve, a una mujer en bañador, el joven la respondió, – señora no es la primera vez que veo, a una mujer tal y como está usted, por la edad que tengo, ya he visto muchas mujeres de todas las edades, más o menos vestidas, pero es el respeto que siento hacia la señora, lo que me hace ser precavido, ya que usted es para mí, un fruto prohibido aunque muy apetecible, –acérquese más Sebastián, que no le voy a comer hombre, el joven poco a poco se acercó a María, –mire necesito que me apliquen algo de crema en la espalda, pero no veo a Lucía ni a ninguna mujer del servicio, quisiera, si no se siente ofendido, me haga el favor de aplicarme la crema, –sí señora, respondió el joven, mientras se arrodillaba, al lado de la tumbona, donde estaba la mujer, mientras cogía la crema, María le dio la espalda, y Sebastián procedió a frotar y masajear la piel de la mujer. La muchacha al sentir, las manos firmes del joven, sintió un erizamiento en todo su cuerpo, no siendo capaz de reprimir su impulso, se volvió agarrando al chico por la cintura, lo atrajo hacia ella, al tiempo que sus labios, se juntaban con los del hombre, sus lenguas se entrelazaron lujuriosas, mientras las manos de los dos buscaban y acariciaban el sexo del otro, al poco tiempo estaban desnudos, mientras sus cuerpos se fundieron en un largo abrazo, los jadeos de la pareja, se hicieron audibles, apenas el encuentro duró unos minutos, pero fue lo bastante fuerte, para dar rienda suelta a sus instintos y necesidades. La pareja absorta, como estaba en sus juegos, no se dio cuenta de que el joven Juan, con apenas 10 años, contemplaba lo que su mamá, hacía con el chófer. El muchacho sintió un estremecimiento, en su cuerpo, aquella mujer, que era su madre, en un momento, perdió toda la admiración y el cariño del hijo.

Estos hechos hicieron, que la vida del niño cambiase, se encerró en un mundo de caprichos y absurdas necesidades, que a veces resultaban hasta ridículas. El muchacho se fue distanciando, de su madre, al mismo tiempo que fue cogiendo el camino del padre, malamente terminó sus estudios de ingeniería, incorporándose al negocio del progenitor, acompañándolo en los trabajos, de prospección del petróleo en la selva brasileña, en una zona selvática de más de 1000 Ha, donde se estaba montando un enorme campamento petrolífero, con el visto bueno de los gobernantes del país, y el malestar de los nativos, que veían la deforestación de la selva, y la migración de los animales de este hábitat.

Múltiples fueron las protestas de los nativos, que constantemente interrumpían los trabajos. Jhon presionado por las circunstancias, ya que la inversión fue demasiado desorbitada, incluso para su fortuna, tuvo que recurrir a la contratación de cuerpos de seguridad en la zona, canallas y asesinos de la peor clase, ya que nadie quería hacerse cargo de este trabajo.

Mientras en la gran manzana de Nueva York, los accionistas de las empresas de Jhon se inquietaban por la demora, que estos hechos producían, aunque en el principio las acciones subieron escandalosamente, la avidez de algunos socios hicieron que las murmuraciones, fueran tomando forma, y representación en el vicepresidente de la corporación, el Sr. Mayer hombre de turbio pasado, juzgado en numerosas ocasiones, pero nunca condenado, por ningún tribunal; a menudo las conversaciones de Mayer, con Jhon, terminaban en intercambio de insultos y amenazas.

Mayer consiguió que una persona de su confianza, se infiltrase en el equipo de trabajo de Jhon, así este era informado de la actividad en el campo petrolífero, Ernesto brasileño de nacimiento, ingeniero de carrera y según las malas lenguas, asesor de grupos paramilitares, que operaban en la selva al servicio de intereses de las multinacionales, las cuales extraían recursos naturales en la zona, aquella mañana recibió una llamada vía satélite de Mayer, –Ernesto debes venir a Nueva York urgentemente.

A su llegada a Nueva York, fue conducido casi en secreto, a la presencia de Mayer, –Ernesto, esto está llegando a su punto más crítico, como sabes, nosotros manejamos casi el 30% de las acciones, por la producción del petróleo en Brasil, el yacimiento de Tupi, en la Bacia de Santos, estimamos que podemos obtener, entre 5 y 8 millones de barriles, pero nuestro objetivo más inmediato es el yacimiento de Pan de Azúcar, a 220 Km de Sau Pablo, está en construcción la plataforma P51, pero estoy convencido, de que llegaremos hasta la P5000. Tú sabes que John, últimamente está absorto en su vida familiar, con la ramera de su esposa, su hijo es un fantoche, no sabe nada más que derrochar el dinero de su padre. Esto que te voy a contar, es totalmente confidencial, si logramos deshacernos del padre y del hijo, yo asumiría el control de la compañía, y tú….., ya sabes, serias el vicepresidente, necesito a mi lado gente como tú, con tus conocimientos y los míos, podríamos hacernos con el beneficio de toda la producción, hasta echaremos mano de la parte del 51% del gobierno, –¿qué necesitas para conseguir ese objetivo?, contestó escuetamente Ernesto, –tienes que deshacerte de ellos, no me importa ni él como ni el dónde, pero eso si rápidamente, –está hecho, respondió Ernesto.

A los pocos días de esta conversación John estaba con su hijo, en las inmediaciones del aeropuerto, el joven apenas podía sostenerse en pie, los síntomas de embriaguez, eran evidentes, al bajarse del deportivo, conducido por una hermosa mujer, poco le faltó para irse al suelo, con una sonrisa estúpida se dirigió a su padre, con un hola, apenas audible le saludó. Agarrándole del brazo, para que no se cayera, caminaron a la cafetería del aeropuerto, pidió un café bien cargado para su hijo, y otro para él, impaciente John miraba su reloj, saliendo en varias ocasiones hasta la puerta, nervioso, miró a su hijo y le dijo: –mira Juan, llevamos casi dos horas esperando, tenemos una reunión, en Brasilia muy urgente, sobre el futuro de las prospecciones marinas, Ernesto me llamó hace tres días, para reunirnos con el director, de la agencia del petróleo, pero antes tenemos que desplazarnos a Perú, al campamento de Ucayali, a recoger varios planos y documentos, solamente me faltaba que llegases en este estado, y el piloto de la avioneta no aparece por ningún lado, así que yo mismo pilotaré. Salieron de la cafetería, y se dirigieron hacia la parte de vuelos privados, caminó hasta su avión, y le dijo a su hijo, sube y duerme la borrachera.

Toda esta escena, era contemplada por una persona, que manipulaba unos recipientes al fondo del hangar, apenas el jet privado se encaminó a la pista de rodadura, sacó un teléfono móvil, y llamó, esperó unos instantes, abrió la carcasa, extrajo la tarjeta, quitó la batería, introduciendo todas las partes en su bolsillo, sonriendo se encaminó a la salida del hangar. Ernesto en medio de la zona de trabajos, del campamento en la Amazonia, cogió el teléfono vía satélite, solamente dijo: –en tres horas, todo estará resuelto.

CAPÍTULO II

Los guardianes del secreto.

En la selva, los indígenas murunahua contemplaban la deforestación de la selva, las máquinas arrasaban toda la zona, escondidos en la maleza, y armados con sus dardos, no podían creer lo que sus ojos veían, varios hombres vigilaban el perímetro, de vez en cuando se oían los disparos, que los pistoleros hacían a todo, lo que se movía, tan pronto caía muerto un mono, como un reptil, entre las risas y las burlas del grupo de sicarios.

Akted apretaba con rabia sus dientes, uno de los disparos fortuitos, alcanzó a uno de sus hombres, que sin apenas un lamento se desvaneció a su lado, a una orden del jefe, los nativos recogieron a su compañero, y se introdujeron en la selva, la excitación en el poblado era intensa, los gritos y lamentos de las mujeres, se hicieron cada vez más fuertes. Akted se dirigió a la choza central del poblado, un grupo de indígenas semidesnudos estaban sentados alrededor del fuego. Akted habló a sus mayores, –los hombres extraños, están llegando al límite del valle, nuestros árboles caen muertos, los animales que vuelan, corren y nadan, huyen y mueren, la Madre Tierra tiembla, la Madre tiene miedo, nosotros sus hijos también. Ellos son malos, crean miedo en la Madre, si ella tiembla, nosotros moriremos. Aggen el hombre más viejo del poblado habló, sus ojos denotaban tristeza, unas lágrimas resbalaban por los ojos, solo asintió con la cabeza y se retiró. La discusión de los hombres se generalizó, Akted estaba acurrucado en un rincón con la mente en blanco, su vista perdida, un frío le recorría la espalda y le hizo estremecer. Sintió la mano de una niña que se posaba en la suya, al volver a la realidad, vio que la pequeña le agarraba y tiraba de él. El hombre se dejó llevar de la niña, que se encaminó a una pequeña cabaña, sentado en una esterilla estaba Aggen. Ven hijo, tú has visto con tus ojos, lo que yo he visto con mi mente, pero tu corazón y el mío han sentido frío, tenemos que buscar a los herederos, están en el corazón de la Madre.

SINOPSIS DEL ATLANTE

El Atlante, es una trilogía en la que cuento, el principio de nuestra civilización actual, los relatos más antiguos nos hablan de la primera colonia, que fundamos en el tercer planeta del Sol 4329. La guerra contra los desviados provocó el hundimiento de todo el continente, donde se asentaba la colonia, pero los mecanismos de protección, lograron que la estructura central, se asentará en el subsuelo, de las profundidades marinas, escapando sus ocupantes del aniquilamiento, de toda la vida del planeta. Al recuperarse nuevamente la vida, otra guerra se cernía, sobre nuestro malogrado sistema, pero de una forma más soterrada, con manipulaciones políticas y destrucción de hábitats, extracción incontrolada de recursos humanos, se logró que tras muchos años, de catástrofes naturales, la humanidad fuera casi aniquilada, grupos de supervivientes lucharon por sobrevivir en este diezmado planeta.

Nadie en tierra firme, recordaba aquel proyecto en el que los humanos, ávidos de nuevos descubrimientos, exploraban los fondos de los mares, fundando colonias de investigación, la colonia más profunda, Atlántida 1 en el Abismo de Challenger a 11.034 metros de profundidad en la Fosa de las Marianas.

Aquí no terminó la inquietud de los científicos, decidieron abrir galerías más profundas, y explorar el subsuelo de esta sima. En la superficie de la Tierra, las tormentas tropicales, los maremotos y una glaciación que recubrió la casi totalidad del planeta, al haber cambiado las corrientes marinas, hizo retroceder a la época de las cavernas, a nuestra civilización terrestre.

Mientras en las colonias submarinas que subsistieron, la civilización continuó su avance tecnológico y científico, descubriendo un hallazgo insospechado al encontrar los restos de la primera civilización atlante del planeta, gracias al primer contacto que el Elegido de las razas, mantuvo con los supervivientes de la primera civilización.

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