EN BUSCA DEL ABRAZO

AUTOR: MARICELA FERNANDEZ ÑIQUEN

Papa se iba de la casa, Mamá le decía que ya era la hora porque mucho la atropellaba,Marife, Lala y Elita lloraban y veían como las maletas que cargaba Papa eran grandes y se veían pesadas.

Lolo bajaba las escaleras arrastrando la maleta roja, en su brazo colgaba el abrigo negro que se ponía los domingos para ir a misa, Mamá Tanita también lloraba en silencio, sabia que vendrían tiempos difíciles, corrió a abrazar a sus niñas diciéndoles “Todo ira bien, todo pasara”.

Marife acaricio las mellijas de su madre y la beso en la frente.

Tanita cargo a Elita y la llevo a la cama, esa noche las 4 durmieron juntas.

Esa noche las calles estaban en silencio, al amanecer Marife se levanto en silencio y miro la calle por la ventana del dormitorio, estaba lloviendo y quería ver si Papá Lolo aparecía por allí pero no vio a nadie y en silencio lloro, sabia que tenía que apoyar a Tanita.

Al amanecer Tanita se levanto a preparar el desayuno para sus tres angelitos y salió en busca del pan, hecho que siempre hacia Lolo.

Esa mañana Tanita decidió hacer del día un día diferente, saco la vajilla nueva y preparo unos ricos panqueques., era domingo.

Cuando Tanita levanto la mesa, Marife que apenas tenia 7 años decidió ayudarla a lavar la vajilla aunque Tanita tenia miedo de que pueda romper algo y se haga daño, pero la niña con su sonrisa le dijo que todo estaría bien, que eso le había dicho ella misma y que asi seria.

Lala que era la mayor no quería tender su cama, decía que por culpa de Tanita Papa Lolo se había ido de la casa y Elita simplemente lloraba.

Mamà Tanita no sabia que hacer pero tenia el apoyo de Marife que le decía al odio “no les hagas caso” “todo saldrá bien”, entonces mama Tanita llamo a su hermana menor, la tia Charito y la invito a venir a casa para que juntas puedan ir a visitar a los abuelos Silverio y Juanita.

Todos los domingos en casa de los San Silvestre se reunía la familia entera, y Marife sabia que allí encontraría a sus primas y jugaría con ellas, además la abuela Juanita siempre hacia ricos pasteles.

Ese gran domingo los abuelos “San Silvestre” se mostraron preocupados y el tio Carlos, el hijo mayor en el almuerzo hizo el comentario de que había que pensar en el futuro de los niños.

La mesa era linda, era grande, el mantel que la cubria estaba bordado con hilos dorado, era hecho por la abuelita Juanita.

Cuando partio el pastel, invito a todos los niños, primos entre todos, a jugar al jardín y llamo a la Nana Pierina a que juegue con ellas.

Era sabia la abuelita juanita.

Cuando el pastel se sirvió al ultimo de los mayores, que era al abuelo Silverio, la abuelita Juanita llamo a mamà Tanitay le hablo delante de todos la labor de la mujer, la mision de madre, la necesidad de tener un hogar unido y les pidió a uno por uno de los presentes, se haga un análisis del tema en cuestión, de la solución al problema que tenia Tanita asi como dar un consejo para solucionarlo.

Tanita lloraba, Lolo es muy celoso susurraba y el tio Carlos simplemente le dijo que cuando un hombre cela es por desconfiado y por que quiere mucho pero que el timon en la familia lo tiene la mujer y solo tiene que saber girar el timon y mantener el rumbo para que el barco no se hunda, que era necesario conversar con Lolo para saber que cosa pensaba de todo lo que sucedia y de acuerdo a eso, sacar las conclusiones.

Los tres tios San Silvestre, Isiro, Carlitos y Niko subieron al auto de la familia y cuando el chofer Santi pregunto: A donde vamos?, tio Carlos respondio: “ a buscar a Lolo, iremos a la calle Vicente de la Vega, lugar donde se encuentra el hospedaje de la tia Margot.

Cuando estaban camino al albergue , tio Carlos le pregunto a tio Niko, que se haría con Tanita si Lolo no quisiera volver a lo que el tio Isilo respondio: “No se trata de que quiera o no, tiene que asumir que es su familia y tiene que madurar”

Lolo era huérfano de madre y padre, había quedado solo desde los 7 años y fue recibido por la tia Carmen y el tio Juan, ellos tenían muchos hijos, Gonzalo, Fed, Marat, Jusef, Gonzalo, Warner y como varon fue parte de esa familia, la misma que tenia muy buena posición. Los fines de semana cuando don Juan tenia que pagar a los trabajadores de la hacienda, Lolo era el mas entusiasta y se levantaba temprano, ayudaba a tia Carmen a hornear el pan, porque solo ella sabia hacerlo, y así calentito lo ponía a la mesa, traía los huevos de la granja y los llevaba para que Saita, la ayudante de cocina, los prepare para comerlos con el rico pan.

En la puerta del hospedaje de tia Margot estaba Lolo, como si supiera que llegarían, fumaba un cigarro, estaba solo, en el abrigo puesto para protegerse del frio que se sentía en las noches de invierno en la ciudad de Chiclayo.

Tio Carlos estrecho la mano de Lolo y de pronto apareció en la puerta la tia Margot y abrió el salón de invitados para que puedan conversar a solos, les invito un café pasado con galletas de vainilla.

Tio Niko estaba encantado, le gustaban las galletas de vainilla.

El primero en hablar fuè tio Isilo, quien adoraba a Tanita y le pregunto: “Crees que lo que esta pasando esta bien, crees que la señora Aniceta, tu madre desde el cielo, este contenta con escuchar el llanto de tus hijas?, crees que esta noche de soledad para todos ustedes vale la pena?”

Tio Niko le pregunto: Que piensas hacer?, las niñas están sufriendo y aunque Tanita no te lo diga, también sufre”

Tio Carlos simplemente le dijo: No te permito que pase esto porque ni tu ni Tanita lo quieren, coje tu maleta y vayamos a casa de mis padres y tomemos un rico lonche, el abuelo Silverio esta esperándote para abrazarte”.

Lolo abrió la puerta del salón y encontró a Margot quien ya tenia sus maletas listas y le dijo: “Es lo mejor, Tanita vale mucho y los angeles que han traido al mundo no merecen este sufrimiento”

Lolo abrazo a la tia Margot, cogio sus maletas y se subio al auto de la familia San Silvestre, Santi cargo las maletas y las metio a la maletera del auto.

Camino a la casa de los abuelos San Silvestre, Lolo le dijo a Sanit que pare en la pastelería de doña Chabuca para comprar el dulce que le gustaba a Elita, la engreída de papà, la galleta de agua para Marife y el chupete rojo para Lala, la mayor.

Cuando estaba en caja pagando los dulces, tio Niko le dijo a Lolo que faltaba el postre para Tanita, que en total serian cuatro, Lolo sonrio y le compro la barrita de manjarblanco que le encantaba a Tanita.

Cuando llegaron a la casa de los San Silvestre, vieron en la puerta sentadita a Elita que al ver a su papa, corrió a sus brazos y se trepo para que la cargue, Lolo abrazo a su engreída y al ver esa escena el tio Niko se acerco a Elita y le quito los zapatitos blancos, le saco las medias y las olio diciéndole: Ahora que volvió tu papa, tienes que lavarte tus pies para que huelan rico, causando la sonrisa de tio Isilo y de tio Carlos quien agrego: “Es que son serranas” y todos sonrieron.

Inmediatamente apareció Lala quien abrazo a su padre a lo que lolo le entrego la bolsa de los dulces que ya ellas sabían cual era para cada una.

Abuelo Silverio esperaba en la sala, el resto de la familia, Tanita, Chayito, Domina, Teo, Margara y Edelmira estaban en la cocina con la abuelita Juanita quien preparaba un rico Champus caliente para todos.

El abuelo Silverio les pidió a Lolo cierre la puerta de la sala y ya adentrotio Carlos, tio Niko y tio Isilo escuchaban atentos las indicaciones del patriarca Silverio.

Marife que no se separaba de su madre, decidio pasar por la sala, pidiendo permiso para ir al baño pues la abuela Juanita sabia dirigir a las mujeres de la casa pero Marife estaba preocupada por sus padres, tenia miedo que Lolo un dia sea agresivo y maltrate a Tanita y tenia que decírselo al abuelo Silverio.

Cuando estaban analizando los hechos y escuchando la versión de Lolo, el porque tomo esa decisión, se sintió el toque de la puerta, el abuelo Silverio pregunto quien estaba detrás de la puerta, la silueta que se apreciaba era de una personita delgadita, de piernas largas, de pronto una voz suavecita respondio: “Soy yo abuelito, Marife”, el tio Isilo abrió la puerta y le dijo: “pajarito, que haces aca?, estamos en reunión, no puedes molestar?, Marife corrió con los brazos abiertos y abrazo al abuelo y le dijo: “Haz prometer a papà Lolo que no gritarà mas, que nunca pegara a mama Tanita porque todas las noches me levanto para ver si mama Tanita esta sanita y no puedo dormir”, el abuelo Silverio no pudo contener las lagrimas y abrazo a su nieta, Lolo se levanto, el abrigo largo estaba enredado entre sus piernas y dejaban ver las botas negras que llevaba puestas, agarro a Marife, la abrazo y le dijo: “Prometo hiita de mi vida que jamas tocare a tu madre ni a ti ni a ninguna de tus hermanitas, te lo prometo en nombre de tus abuelos que están en el cielo”

Marife sonrio, saco de su carterita que colgaba en su brazola galleta que le trajo papa Lolo, lo partio, le dio el pedazo mas grande a papà lolo, otros pedazos se los dio a tio Carlos, tio Isilo y tio Niko y agrego: “Ven porque me gusta esta galleta, voleto y miro a papa lolo y le dijo; Ves papa Lolo porque me gusta lo que me traes?, porque me da alegría y ahora dara alegría a toda mi familia”, tio Carlos abrazo a Marife y le dijo: “flaquita linda, sangre de mi sangre, eres tu las que nos enseñas con tan poco lo dulce que puede ser la vida”

Marife, sonrio, giño el ojo al abuelo Silverio, a quien adoraba y cerro la puerta.

Era Diciembre, vendría la navidad, la casa de los abuelos San Silvestre estaba decorada, prendio todas las luces de navidad y pidió a la abuelita Juanita ponga la música del abuelo “https://www.youtube.com/watch?v=RbnXASVV–M”y saque a bailar al abuelito Silverio, porque querria hacer lo mismo cuando ella sea grande y sea abuelita, a lo que todos sonrieron.

Cuando Marife conversaba en la cocina con la abuelita Juanita, apareció Lolo, llamo a Tanita y solo le pregunto: “Te gusto la barrita de manjarblanco?, a lo que respondio Tanita: “Me encanto, es mi preferida”, Marife sabia que todo estaría bien, abrazo a sus hermanitas Lala y Elita, quien había estado en el baño lavándose los pies para que su papa Lolo nunca mas se vaya de casa como le hizo creer tio Carlos y comento:” papito Lolo ya nunca tendre los pies sucios .” todos se abrazaron, formando el abrazo mas largo y duradero de sus vidas, a lo que aplaudieron abuelita Juanita, las tias Chayito, Margara, teo y Edelmira.

Marife miro a todos y dijo:” Esta sonando la música y se va a acabar y abuelito Silverio tiene que bailar con abuelita Juanita, vamos a la sala”

Bailaban como cisnes enamorados, con la ternura que los caracterizaba, era el baile mas maravilloso que se podía mostrar, parecía tan largo que era como estar en las nubes.

Elita cogio la mano de papàLolo y la mano de mama Tanita y saltando de alegría bailo con ellos.

El carro estaba listo en la puerta, tenían que volver a casa, Tanita ordeno a Sarita que meta las maletas al auto, Elita la mas entusiasta no dejaba de talalear la canción que bailaron los abuelos, no dejaba de estar refugiada en los brazos de su padre y Marife y Lala solo abrazaban a mama Tanita. Eran nuevamente una familia.

A la mañana siguiente Lunes papà Lolo tenia que ir a trabajar pero se levanto temprano y preparo el desayuno, hizo el quaker con manzana y canela para todos, los puso en una sopera y comenzó con la cuchara a enfriar cada uno de los platos no solo de sus pequeñas sino también de mama Lalita. El pan estaba calientito, se veía como el queso se derretia dentro de èl. La mesa esta servida grito y todos como borreguitos bajaron corriendo atropellándose por las escaleras, apenas si podían pasar una detrás de las otras porque las batas largas, confeccionadas por mamá Lalita, atropellaban sus pequeños piececitos.

Mamá Lalita se sentó al otro extremo de la mesa, siendo el lugar principal en la mesa el del papa Lolo. La radio que papa Lolo creo tenia música del recuerdo, el sol entraba por la ventana, era un dìa lleno de vida, comieron tanto que las niñas gritaban: “rico, rico papà”, papa Lolo se paro, se fue a los servicios, se lavo, termino de arreglarse, alzo en brazos y dio vueltas a mamà Lalita y le dijo: “todo saldrá bien, voy a trabajar”.

Las niñas fueron bañadas una por una, mamá Lalita saco del viejo ropero la ropa mas linda que con sus manos coció a sus pequeñas hijitas y las cambio y peino una a una, la mas tierna era Marife, flaca, dulce, con el pelo largo y dorado, súper silenciosa, solo acariciaba a su madre, le pedía que ya no llore nunca mas, que ella seria siempre su hombro y que a pesar de los años, este donde este, siempre la cuidaría.

Llego el mes de Abril, tia Charo se había mudado a casa de mamá Lalita porque le quedaba cerca de su trabajo, mamá Lalita les puso el uniforme a las niñasy preparo sus pequeñas maletitas, papa Lolo las esperaba en su auto nuevo en la puerta de la casa para llevarlas al internado donde estudiaban, las niñas estaban contentas.

En la puerta del Internado la Madre Adelaida esperaba a todas las niñas que Vivian en el internado, cuando vio a las niñas, solo exclamo: “Llegaron las niñas Steves”, beso a cada una y cada una se fue de la mano con cada una de las auxiliares, asignadas a cada niña. Mamá Lalita recomendó tanto a sus niñas a la Madre Adelaida porque a pesar que era el mejor colegio de la ciudad, no las vería hasta el viernes al medio día.

Ya en casa, mamá Lalita movia los muebles de los cuartos de las niñas con el fin de que cuando regresen encuentren todo diferente y siempre compraba un juguete nuevo y los ponía sobre la cama.

La gente llegaba, el personal del atelier de Lalita atendía a los clientes, el personal de la planta recibía los pedidos y cocían los vestidos que las señoras pedían. Mamá Lalita solo diseñaba los modelos que pedían, probaba la ropa y dejaba contentas a las clientes, todas querían su visto bueno.

Sebastian llamo porque las telas que se habían pedido ya habían llegado pero había un paquete de color turquesa que nunca se pidió de manera que solo Lalita diría si se quedaría o no.

Lalita la miro y quedo encantada, era a tela perfecta y el color perfecto para hacer los vestidos de dama de las niñas porque tía Chayito se casaba el próximo mes de Mayo.

Todos estaban contentos, el movimiento era tremendo, el trabajo era intenso pero llegó papá Lolo a la hora del almuerzo e invito, como novio, a Lalita a poder almorzar juntos en el restaurante cerca al atelier.

Lalita conto a Lolo lo de la llegada de la tela turquesa, había cortado un pedacito de la tela para poder enseñarle el color a papá Lolo para que le de el visto bueno y le explico que era para hacer los vestidos de las niñas, para que estén vestidas como damitas en el matrimonio de la tía Chayito.

Lolo solo respondió: “Tu siempre haces lo mejor y me siento orgullosa de ti”.

Lalita enfermo, a papà Lolo lo enviaron a la sierra por tres meses y sentía que no podía sola con la responsabilidad de la familia, extrañaba a Lolo y no había forma de comunicarse.

Lolo regreso pero el trabajo era cada vez mas intenso para el y tenia que volver a partir, se había convertido en el brazo derecho de don Sanguineti, el negocio iba bien pero solo Lolo era el encargado de ver que la mercadería en la sierra sea bien repartida y el negocio iba creciendo, sin embargo Lolo partía triste porque Lalita siempre se quedaba llorando.

Marife sentía que mama Lalita lloraba en las noches y silenciosamente se metía en la cama para acompañarla, solo lo podía hacer el fin de semana y sabia que las noches de Lunes a Jueves se quedaba sola, tía Chayito ya se había casado y tenia su propio hogar así que en las noches en el internado solo pensaba como estaba su mamá.

Era lindo cuando papá Lolo llegaba, tenia una camioneta roja que cuando escuchaban desde lejos el chillido de sus llantas, corrían a la puerta para recibirlo, mamá Lalita se ponía el mejor vestido y lo recibía con los brazos abiertos.

Papá Lolo en la hora del almuerzo le dijo a todos que ya no viajaría y todos sonrieron.

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