Puedes cerrar los ojos a las cosas que no quieres ver, pero no puedes cerrar tú corazón a las cosas que no quieres sentir (Anónimo)

1.- Imposible

Veía las copas de los árboles moverse con el ligero viento que invierno pronto proclamaba acercase. El sonido remitente de la lluvia golpear las ventanas, el percibir el aromo a tierra mojada, y sentir como el agua recae sobre mi piel, son pequeñas cosas que me gustan de la estación, sin embargo, las fuertes caídas de nieve aún no eran de mi completo agrado, por lo que he preferido la ciudad de Londres como en término medio

Sentada en la cama con una almohada entre mis piernas y comiendo nutella, observaba minuciosamente cada movimiento que Alice hacía. Se movía de un lado al otro que incluso me llegaba a marear. Ha estado desde muy temprano alistándose para ir a la fiesta que Austin suele preparar cada semana.

He vivido con esta castaña dos años, dos años que han marcado mi vida no solo por vivir en un mundo distinto al mío, sino que el tiempo ha hecho incrementar sentimientos que jamás imagine sentir o que estos llegaran tan pronto.

—Lo que me preocupa es ciencias Naturales, Smith me odia. —comenté. Se detuvo por un momento sacando la cadera aun lado y sonriendo

—A nadie le importa Kate. —bromeo. Lancé la almohada que tenía en mis piernas en su cara. Una carcajada salió de mis labios al ver su expresión.

—¡Joder, eso sí que ha dolido! —Refregó su mejilla exageradamente para luego sentarse a lado mío pasando su brazo por mis hombros—. ¿Estás seguro que no quieres venir?

Asentí por milésima vez. Convencer a Alice era como intentar que una tortuga camine con rapidez: Imposible

—Sabes que no me familiarizo mucho con las fiestas, prefiero quedarme leyendo un libro, viendo alguna serie o dormir —respondí con el último intento de que mi respuesta sea aceptada por ella.Nunca han sido de mucho agrado las fiestas de adolescentes, aunque sea una, mucha bulla, alcohol y lo que más detesto es el olor del tabaco; es un aroma que no puedo soportar. No obstante, con esto no quiero decir que las aborrezca, solo es que hoy, teniendo un jodido día, no hay manera de que salga a una.

Comeré helado y desahogare mis penas, ese es mi plan de esta noche

—Va ir Nick. —Codeó mi hombro juguetonamente a lo que yo enarque una ceja divertida

—Si va él por sus puesto que voy. Dame cinco minutos— le dije, siguiéndole el mismo rollo. Alice esbozo una sonrisa, llevando su mano a mi cabello y despeinándolo más

—Adoro que hagas eso. —Se puso de pie, acercándose al espejo—. ¿Cómo me veo? —me pregunto mientras se miraba

Mis ojos la escanearon paulatinamente. Llevaba un vestido rojo que le llegaba a la mitad de las rodillas, en su cabello tenía hecho un moño muy arreglado que perfilaban muy bien con sus ojos, poseía tacones porte de mi dedo índice y qué decir de sus accesorios en las muñecas y en el cuello, que para mí eran innecesarias, pero para ella indispensables.

—Maravillosa, te aseguro que con eso conquistaras a Lucas. —chasquee mis dedos, sonriéndole. Una pregunta pico mi cabeza—. ¿Dónde se encuentra tú hermano?

—¿Liam?

—Sí. No tienes otros regadas por Londres ¿verdad?

—Lo conoces, seguramente está tomando con sus amigos o bailando con alguna chica —respondió. Antes de que pudiera gesticular una palabra, la bocina de un carro se escuchó logrando que diéramos un respingo. Reímos por esa acción

—Chao. —Me dio un beso en la mejilla–. Prométeme que si te animas vendrás

—Lo prometo. Te quiero —grite mientras bajaba las escaleras.

—Y yo a ti —Abrió la puerta y cerro tras ella

Segundos después oí arrancar el auto. Me estiré en medio del pasillo, un sonido dio como resultado. Fui a mi habitación, me coloqué el pijama que Davis me había regalado en mi cumpleaños 19. Es una de mis favoritas; color blanco con puntitos negros y en el centro de la blusa tenía dos palabras: Best Sister. Al terminar de vestirme baje a la cocina por unas tostadas y chocolate. Al acabar cepille mis dientes y por ultimo cogí el libro que aún no terminaba de leer. Estaba a punto de echarme en la cama cuando tocaron mi puerta, abrí está creyendo que era Alice, pero estaba equivocada, el individuo que estaba al frente mío era más alto, de una proporción más gruesa y con una sonrisa que dibujaba su rostro. Intenté cerrarla, pero antes de que lo haga, él metió su pie en el borde de esté impidiendo mi cometido

—Tú no tendrías que estar en la fiesta —Chillo. El olor a licor invadió mis fosas nasales de una forma extremadamente rápida

—¡No iré! —Entrecerré los ojos—. Ahora tengo que dormir. Chao amigo. — Fingí sonreír y al instante aquella sonrisa desapareció ¿amigo? ¡¿Enserio?!

Soltó una carcajada

—Kate, te das cuenta que muchas personas se están divirtiendo en estos momentos y tú decides quedarte aquí, a no sé qué ha…—Le interrumpí

—Leer, ese es mi medio de diversión. Ahora retírate. —Ordene para que quitara su zapato

—Me retirare, pero tú vendrás conmigo —Empujo la puerta y antes de decirle que no lo haga, mi cabeza se encontraba sobre su espalda

—¡Liam, suéltame! —vocifere, golpeando su espalda con mis puños, pero al parecer a él no le causaba ni un minino dolor—. Además, no puedo ir con pijama ¿no lo crees? — Se detuvo de golpe, haciendo que mi frente se golpeara. Me bajo con cuidado, coloque mis manos sobre mi pecho mostrando enojo

—Tienes razón, entonces —Miro el reloj que tenía en su muñeca—, te daré 10 minutos para que estés lista, creo que son suficientes ¿verdad?

Lo mire con todo el desprecio que podía contener dentro de mí, ni siquiera se ha tomado la molestia de preguntarme si estoy de acuerdo o no.

—Vamos, ve a cambiarte. —Me empujo sutilmente para que caminará. No podría ser más…
—¡Idiota! —susurré. Voltee encamino a mi puerta
—Te escuche. —gritó riendo

—Qué bueno —Cerré la puerta con brusquedad. Me senté en el filo de la cama dando un largo suspiro, armaría algún plan, pero sabía muy bien que él no se iría sin mí y haría lo posible para que lo acompañara. Es demasiado persistente y para Liam definitivamente la palabra “no”, no cabía en su diccionario. Vivir con él erael gran lío devenir a esta casa, siempre–desde niños–hemos lidiado con nuestros problemas, y esque él puede sertanidiota, ya la vez tan lindo; tan arrogante y a la vez comprensivo, puede sertodo y a la vez nada… Entenderlo es algo imposible, muy imposible para mí.

—Ocho minutos —alardeó desde la planta baja de la casa

Me desplome en la cama. Por un momento me quede viendo fijamente el techo, pensando en cómo las actitudes de él han hecho de mi vida y mis emociones un desastre. Miles de recuerdos vinieron a mi mente, como la ves que le hicimos una pequeña broma al señor Arthur, se disgustó tanto que incluso fue hablar con nuestros padres, ese día me llevé una gran hablada, también recordé cuando Liam me hizo prometer que si algún día fuéramos “algo” subiría a esas máquinas de juego que tanto miedo les tengo y, por último, con un sabor amargo en mi boca, recordé cuando ellos tuvieron que mudarse y cuando recibí la noticia de Davis.

—5 —se escuchó decir lo cual hizo que me saliera de ese estado

Esta noche será larga, muy larga

<> 🙂

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