El Cieguito.
(GLORIA CELESTE CORBO CABALLERO
JUAN —- Su figura esbelta, no dejaba entrever la ceguera de sus grandes ojos.
Elegante, alegre y perspicaz, cada mañana se dirigía a su oficina de trabajo. Toc, toc, toc, su bastón golpeando hacia dos lados marcando la seguridad de sus zapatos.
Su nombre, Juan; como uno de los discípulos de Jesús, – en parte por su bondad tenía algo de Juan -. En sus labios se dibujaba una agradable sonrisa; donde dejaba visible que llevaba por dentro todo el fulgor de la vida.
La vida, no se sabe por que le oscureció su visión. Pero el no estaba desconforme, daba pasos seguros y firmes.
Su manera de ser, generoso y servicial le daba la pauta y grandeza de tener muchos amigos.-
MARIAN—- Yo siempre quise pasar desapercibida pero un buen día; no se como fue; que el captó rápidamente mi presencia y me dijo..
JUAN ——.¡ buenos días! , respondiéndole yo con asombro a su saludo.
Así fue que luego de terminar cada jornada de trabajo, se dirigía a marcar su tarjeta y yo podía apreciar que nunca había una huella de tristeza en su rostro.
MARIAN —-Me preguntaba a mí misma, si fuese en mi caso la situación de él, no podría vivir y sería terrible.
Pero nuestro Dios, es quien decide por nosotros y nos reparte dichas y desdichas para quienes lo podamos soportar bien o mal.
Pero volviendo a mi amigo Juan, porque el es amigo de todos y porque no ser amigo mío…si trabajamos en el mismo lugar; sólo que en distintas direcciones.
GRUPO —El entre libros viejos y nuevos; compañeros viejos y nuevos ; y yo, entre libros nuevos y viejos pero sola.
OFICINA –En una pequeña oficina donde mi función es escribir, al igual que en mi vida privada.
MARIAN – Es ahí donde me llama la atención su presencia y quiero descubrir su valentía por la vida tan segura.
Por sus pupilas se hacía abstracta la visión.
Miraba sin ver ; como los sabios y los Poetas; entre ellos, Manuel María Flores; poeta Mexicano que el fin de sus días fue tan triste y oscuro…pero sus letras llegaban y llegan al alma en su hermosa –Pasionaria-.
Y Juan tiene algo en su presencia y ceguera; la dulzura de su forma de ser.
También Juan usa gafas oscuras, las que permiten darle mas elegancia todavía…
A veces me pregunto, ¿si los ojos de Juan , son como los nidos vacíos; o como las estrellas muertas que miran sin ver; y se orientan como parábolas errantes atormentados e insomnes, fijos y perennes.
Ho si son, espectrales y buenos…
Como si su alma fuera de ocasos y de tristezas. Pero no, Juan no es así, es todo lo contrario a eso, como bien comparábamos con el Poeta.
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