Mi pelo de juguete.
Pinchaba, y me hacía cosquillas. Era suave. –¿De qué te ríes, cariño? –Mamá, pincha, mira. Me gustaba mucho la mano de mamá. Era suave. Quería mucho a mamá. –Pincha, porque ya estás buena. Me gustaban mucho también sus besitos pompa. –Y ya vas a poder jugar con tus juguetes. Mamá siempre cantaba en vez de...