Carta a Alberta
Sobre la muerte y los hijos. Carta que envía a su hermana fallecida. Fragmento de 'Una pérdida en mi familia'
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Sobre la muerte y los hijos. Carta que envía a su hermana fallecida. Fragmento de 'Una pérdida en mi familia'
Son las doce y bajo corriendo por la calle Alta desde el colegio hasta nuestra casa. Debo llevarle comida a padre al monte, por los alcuerces. Va camino del puerto, despacio, al ritmo del rebaño. Comerá en la cruz cubierta. Han empezado a construir la presa. Dice padre que no la verá rebosar de agua...
Por fin había acabado la lluvia. Hastiado de aburrimiento, el niño buscó hilo de pescar y un anzuelo en el cajón del abuelo. El verano anterior, lo había visto pescar un gran salmón en el río. Una vez afuera, el abuelo lo sujetó firmemente y, con un mazo de madera, le dio un golpe en...
En el pueblo había un puente de madera viejo y tambaleante que conectaba dos mundos: el campo donde los niños jugábamos y la colina desde donde los mayores miraban al horizonte. Nos decían que no cruzáramos. “Ese puente no es para vosotros”, advertían los adultos. Nadie explicaba por qué, y eso lo volvía aún más...
La frase de Herman Hesse "Para nacer hay que destruir un mundo" fue la guia para este concepto de que tal vez, solo pasando por el fuego del dolor y perdida de la inocencia, sea la manera de quenos lleva en nuestra escencia.
Buscó el amor en las piedras, en un sueño dorado que se desvaneció. Se libró de ser madre adolescente, como un juego que nunca llegó a ser. Su madre intentó protegerla, pero ella solo veía su abandono. La enviaban lejos desde los cuatro años, todas las vacaciones, separada de sus hermanos. Se sentía sola, envuelta...
Recuerdo un vaso de metal color violeta del que bebíamos todos los primos cuando, sedientos y sudorosos, interrumpíamos nuestros juegos para precipitarnos escaleras arriba en busca de un ansiado trago de agua fresca. Concha nos recibía con su sonrisa generosa y nos ofrecía el vaso que pasaba de mano en mano, mientras el calor del...
Ocho de la mañana. La luz del sol entraba a raudales por la ventana. Toñín salió de la cama de un salto y corrió en pijama por el pasillo. ¿Han venido lo Reyes?, gritaba henchido de ilusión, ¿han venido los Reyes? Comprobó que los tres vasos de leche que había dejado sobre la mesita de...
Aquí relato cómo un niño puede ir de la inocencia más bella, y conocer y hacerse una idea del amor. Proponerse casarse con el amor de su vida, cuando pierda la inocencia de ser un niño. Lamentando el caso perdiéndola de la peor manera.
Ella no sabía llorar, bueno quizás es que solo lloraba para adentro. Cuidaba a sus hermanos y ayudaba en la casa como si fuese una persona mayor. Le encantaban las meriendas cenas en El Campito, un descampado donde crecían malvas, amapolas y cardos. En primavera su madre y algunas vecinas hacían tortillas de patatas y...
Me lo entregaron al final de la fiesta. Lo sacaron de una caja con otros iguales, pintados todos de colores básicos. Yo pedí uno rojo, pero otra niña lo tomó primero y me quedé en las manos con un pollito enfermizo teñido de azul. Parecía un globo desinflado que piaba de frío y movía las...
Las dos niñas siempre imaginaban que al otro lado de la valla que rodeaba su casa había un mundo fantástico. Las calles de la aldea, aún sin asfaltar, eran escenarios de aventura y el prado que la rodeaba, un océano poblado por los monstruos del último libro de cuentos que hubieran leído. A la aldea...