EL BESO
Subí las escaleras hasta llegar a la casa. Llamé a la puerta y me abrió Aurora, la madre de mi amigo Carlos. Enseguida me invitó a entrar. Ya estaba allí mi hermano jugando con el suyo, les encantaban los indios y los vaqueros, tenían figuras pequeñas. Se pasaban horas. Yo me llevaba muy bien con Carlos,...