El mirlo.
No me gustan los pájaros. Huelen raro y su corazón: vivo, frenético, agobiándote con su agobio, me incomoda. Me recuerdan a mí. Ganas, ansias y capacidad de volar, que se quedaron frenadas en algún momento entre los diez años. Fue aquí. En esta misma casa. En este cuarto de baño. Tras la taza del wc,...