Árbol.
Me veo reflejada en la esfera brillosa que, con nostalgia, acabo de colgar. Recuerdo como si fuese ayer, cuando aquel árbol de navidad era testigo crucial en el juicio que buscaba a la responsable de aportar la mejor guarnición a la cena familiar. En aquel entonces, mis tías: «las condenadas». Protagonista principal del festivo encuentro anual que...