Hoy me desperté con las manos tapando mi boca, junto con una extraña sensación. Es un vacío que al mismo tiempo me hormiguea en el estómago y en el diafragma. ¿Cómo explicarlo?

Soy Tomás. Soy huérfano. Tengo hermanos, muchas tías, una gran madre y un padre. Es extraño mis tías y mi madre viste el mismo uniforme, caracterizado por extraña falda que cubre sus rodillas. Mis hermanos vienen y se van. Llegan a casa con distintas edades.

En casa nos enseñan lo mismo a todos como rezar, a leer y escribir. Nos permiten jugar y hasta nos dejan hacer pijamadas todos juntos. Las tías nos dicen por las noches antes de dormir, que debemos prepararnos porque algún día una “hermosa familia” vendrá por alguno de nosotros, para llevarnos a conocer el país. Se me hace un nudo en la garganta.

Soy un niño tímido, me cuesta un poco hablar porque se me enreda la lengua. Me gusta trepar árboles y comer mangos en el verano, pero ahora nada será igual. Hace unos días se llevaron a mi hermana mayor. Ella me cuidaba. La veía llorar mientras empacaba su ropa con pequeños agujeros que había remendado con hilos de colores rosados, rojos, amarillos y verdes brillantes. No sabía que estaba pasando en realidad, pero recuerdo sus palabras:

—Vendré a por ti, te compraré helados en verano y te llevaré a volar la cometa. Te lo prometo.

Comprendí que se iba y que quizás no la volvería a ver. En realidad se estaba despidiendo. No teníamos cometa.

No entendía porque mis hermanos se iban con personas que no conocíamos. Me ponía furioso al ver como mi madre dejaba que otros con sonrisas falsas me quitasen lo que tenía, mi familia. Cansado de esto empecé a investigar, porque lo que parecía normal me generó sospechas. La maestra de matemáticas me sacó de dudas. Los niños huérfanos no tienen padres y viven en una casa llamada orfanato. Las tías y la madre nos daban en adopción para poder encontrar una familia que nos acogiera.

Viene a buscarme. Trae un cometa.

Votación a partir del 16/02

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS