InfinitDoor: El Tercer Ojo al alcance de todos en una pastilla. (Salud)

Científicos y neurólogos internacionales celebran la primera micro cápsula capaz de acceder al tercer ojo y con esto, acceder por completo al mundo místico, esotérico y espiritual que la ciencia era incapaz de explicar anteriormente.

 El Dr. Víctor Romero, famoso por sus tratamientos contra el dolor y uso de peyote en enfermos terminales y niños con cáncer es el autor de este descubrimiento.Explicó que su búsqueda por comprender la relación bioquímica entre cerebro y consciencia, lo llevó a realizar estudios para comprobar que, a pesar de que las emociones, vivencias, sensaciones, fantasías e imaginaciones son privadas y personales, existe una realidad aparte alcanzable que puede ser explorada y experimentada por todos, el mundo interno donde es asequible la paz total.

Después de experimentos en hospitales psiquiátricos, pacientes con alguna discapacidad motriz y ciegos de nacimiento, llegó a la fórmula que fue presentada este 21 de marzo. Fusionó un componente químico a la molécula activa de la DMT (dimetiltriptamina) que al ser ingerida, viaja directo a la glándula pineal, donde se encuentra el llamado tercer chakra, para estimular el campo perceptivo sensorial cerebral logrando así que cualquier persona pueda ver el aura y la energía de sus semejantes; deambular en diferentes estados de consciencia y tener visiones futuristas acompañadas de experiencias extra corpóreas, sin ningún riesgo ni efectos secundarios.

Detractores creían se trataba de un alucinógeno o una copia de las pastillas de optimización y expansión de las capacidades cerebrales cognitivas desarrolladas en los últimos años. Resultados demostraron curación física y emocional, niños se convertían en sanadores e incluso podían levitar.

 Envuelto en una túnica al más puro estilo de Jesús, el médico aceptó la comercialización de la pastilla porque se necesitan recursos para transformar al mundo,se llamará InfinitDoor ya que se demostró que desde la primera dosis, el cerebro obtiene la capacidad de atravesar la dimensión entre espacio y tiempo, adquiriendo una comprensión completa de la realidad y una sanación corporal.

Ahora es posible lo que William Blake escribió hace siglos: «Si las puertas de la percepción quedaran depuradas, todo se habría de mostrar al hombre tal cual es: infinito«.