La cadena estatal libia de televisión Libdala ha informado hoy de un nuevo naufragio sufrido cerca de las costas de su país. Afortunadamente, todas las personas que iban a bordo de la embarcación siniestrada han podido ser rescatadas. Un total de treinta y cinco inmigrantes de distintas edades, incluyendo niños y mujeres embarazadas.
Una fragata eólica de la armada libia detectó al amanecer, a unas dos millas marinas, una masa coloreada dispersa flotando sobre el océano. Inmediatamente, un dron autopropulsado por hidrógeno fue enviado a la zona, facilitando éste imágenes 3D de numerosas personas con salvavidas rudimentarios. Tras ser rescatados por la tripulación robótica de la fragata, los naúfragos fueron conducidos a un módulo hospitalario de la Media Luna Roja, donde permanecen actualmente en observación y tendrán que pasar la preceptiva cuarentena.
Gracias a otro dron, diseñado específicamente para inmersiones marinas profundas, se ha podido reflotar la embarcación hundida que, según fuentes autorizadas, pertenece a la última generación de embarcaciones de polipropileno-grafeno fabricadas mediante impresión 3D por la división naval de la histórica empresa Ekea, recordada todavía por algunos ancianos libios que vivieron y trabajaron en el extinguido continente europeo.
El prestigioso sociólogo libio Ayub Niomei ha comentado hoy vía extranet que el Consejo de Ancianos que actualmente gobierna Libia y su imperio colonial debe estar preparado para recibir en los próximos meses muchas más embarcaciones de estas características, dada la situación desesperada de miles de europeos hacinados en campos de refugiados improvisados, repartidos fundamentalmente por el litoral sur del histórico territorio de Al-Andalus.
Recordamos a nuestros extranautas que la creciente alteración climática de los últimos treinta y cinco años, en conjunción con la cadena cíclica sísmica, ha generado la glaciación irreversible del antiguo continente europeo, concentrándose actualmente miles de indígenas supervivientes en núcleos costeros emplazados por el área del estrecho de Gibraltar y la costa sur de la isla de Sicilia. La organización Al-Amar de ayuda a los refugiados europeos continúa denunciando ante los gobiernos africanos la situación de hambruna de las personas que habitan en estos campos, donde al parecer ya han aparecido focos de canibalismo.
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