4 abril de 2050
Con la misma regularidad que los cometas visitan el firmamento, Esperanza Aguirre ha vuelto a protagonizar un incidente con la guardia urbana. En esta ocasión, y siempre según las imágenes recogidas por el Sistema de Seguridad Vial y Ayuda Ciudadana (SISVAC), Aguirre habría arrollado supuestamente al agente que pretendía multarla por estacionar su vehículo en zona prohibida. Acto seguido, se habría dado a la fuga.
La ex-alcaldesa, que se autoproclama una madrileña más desde que en 2048 se viera obligada a dimitir por la imputación de su número dos en el caso de las licencias de manipulación genética tipo B, ha hecho pública una nota en la que dice sentirse víctima de una campaña orquestada por los medios con el fin de socavar su imagen pública.
Por su parte, Pablo Iglesias, a la salida de su ya tradicional partida de paddel de los jueves, ha anunciado que el ministro Monedero ya cuenta con instrucciones precisas para iniciar una investigación al objeto de determinar si la actuación del agente se atuvo en todo momento a la legalidad exigible a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Desde el partido, los apoyos a Aguirre tampoco se han hecho esperar. Rita Barberá, que acudió invitada por Dolores de Cospedal al acto de presentación del Gran Premio de Fórmula 1 de Castilla-La Mancha, aprovechó la rueda de prensa posterior para enviar un mensaje de ánimo a “su gran amiga Esperanza”. Apoyos como éste son interpretados por algunos comentaristas como la confirmación de los rumores que, desde hace ya varias semanas, sostienen que Aguirre estaría preparando de nuevo su regreso a la política activa de cara a las elecciones de 2051.
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