Arizona 2 de abril de 2050.
La joven Marian Stuar muerta en el año 2015 a causa de un cáncer cerebral, que en esa época no tenía curación ha logrado ser “revivida” gracias a los importantes avances de la ciencia actual.
Los grandes éxitos de la ciencia en la curación del cáncer y la reparación de los organismos a nivel molecular (nanotecnología y la nanomedicina) han permitido traerla nuevamente a la vida.
Marian fue sometida al proceso de criopreservación en el momento de su muerte. Su cerebro había sido extraído y preservado en acero inoxidable, aislado al vacío en un contenedor lleno de nitrógeno líquido, mientras que su cuerpo fue depositado en un criorefrigerador en vistas de que se encontrara una cura su enfermedad, y se descubrieran los medios para regenerar su organismo
Su cuerpo fue criopreservado en Arizona (EE.UU.) esperando la tecnología futura. Tecnología que hoy por fin ha podido aplicarse. El proceso lo realizó la Fundación Alcor, pionera en medicina criónica.
Lamentablemente no todo ha sido felicidad para Marian, que hoy tiene una nueva oportunidad de continuar su vida. Su padre murió calcinado en un accidente de tráfico en el año 2016 y su madre, que se encontraba atravesando un fuerte estado depresivo por la muerte de su hija, no pudo superar tampoco la muerte de su esposo y se suicidó en el año 2017, pidiendo no ser sometida a los procesos de la medicina criónica.
El único familiar con vida de Marian es su hermana Helen, quién creció huérfana y con graves trastornos emocionales por lo sucedido con su familia. Helen, que hoy tiene 60 años, ha manifestado que no se encuentra lista aún para el reencuentro con su hermana.
La fundación “Aeternus” ha ofrecido a la joven su ayuda, costeando sus estudios secundarios, así como los estudios universitarios. La fundación brindará a Marian también apoyo psicopedagógico y psicológico, para que así pueda adaptarse a los cambios de la sociedad actual, diversa en muchos aspectos a la que ella conocía.
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