¡SEGUIMOS VIVOS, EL COMETA NO CAUSÓ DAÑOS, PERO…

Guadalajara, Jalisco a 3 de enero de 2050.- Ante el terrible y constante vaticinio de que un cometa chocaría con la Tierra y acabaría con la humanidad, pero que esta vez se fechó para el sábado primero de enero de 2050, y que por meses, días y noches nos angustió, haciéndonos creer que este fin de semana acabaría el mundo con el irremediable choque del Cometa «Cheat», descubierto hace apenas unos años atrás por el científico norteamericano Adolf Cheat, miles de millones de personas no esperábamos volver a ver los rayos del Sol esta mañana.  

Para todos los humanos el hecho de que el Cometa «Cheat» haya pasado de largo sin afectar la Tierra, ha sido un verdadero milagro. Sobre todo cuando por semanas enteras observamos su trayectoria asía nuestro planeta, a través de las pantallas gigantes populares, medios informativos y redes sociales, que por su virulencia así nos lo hacían creer.

Sin duda este ha sido el fin de semana más largo de la humanidad en la Tierra y también el más dañino para la sociedad humana. El abandono de los puestos de seguridad mundiales para seguir las recomendaciones de los gobernantes de esperar en familia el fin del mundo, permitió el registro de barbaridades jamás pensadas en todo el urbe.

Los reportes obtenidos hasta esta mañana por nuestros corresponsales en todo el planeta, revelan que la población mundial se ha diezmado entre sí, ante el frenesí, de las clases desamparadas, de disfrutar por solo unos días, horas y minutos, las riquezas que caracterizan a las clases privilegiadas.

La cruda moral, que acompañó esos deseos insanos de millones de ciudadanos, al constatar que el mundo no llegó a su fin, los ha llevado también a quitarse la vida, y otros por  venganza igualmente han contribuido a diezmar a la población en forma considerable.

Al regreso a sus actividades, los diferentes gobernantes del mundo, han retomado el control de las fuerzas armadas y de gobierno para promover el reinicio de las actividades industriales, comerciales, laborales y escolares, como si nada hubiera pasado, aunque definitivamente, con menos habitantes en el mundo.