En el contexto de la violencia contemporánea en Colombia, más de seis millones de personas se han visto forzadas a desplazarse dentro y fuera del territorio nacional, abandonando sus hogares, sus tierras y territorios, sus bienes, sus costumbres, sus comunidades y sus formas de vida. A pesar de ser un hecho poco visibilizado a nivel nacional, de acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Colombia se ha convertido en el país de origen del mayor número de solicitantes de refugio en las Américas.
El desplazamiento forzado, en sus distintas modalidades y manifestaciones, es una forma de violencia que tiene una historia antigua y compleja en el conflicto colombiano. A pesar de ser ampliamente reconocido, el desplazamiento forzado se convirtió en una problemática generalizada en Colombia a finales del siglo XX y a comienzos del siglo XXI, sus raíces provienen de procesos de éxodo y destierro que datan desde la época de la colonización y la independencia, por lo tanto, no puede ser considerado un fenómeno reciente sino un elemento estructural que caracteriza transversalmente la historia colombiana, partiendo de diferentes procesos de despojo y expulsión de población. El desplazamiento forzado producido en el marco del conflicto armado interno tiene sus antecedentes directos en las manifestaciones de violencia del siglo XX, las cuales constituyen un referente fundamental para comprender su evolución histórica y expresión actual. Sin embargo, a pesar del papel central que ha tenido esta forma de violencia en la génesis y evolución del conflicto colombiano, durante la mayor parte del siglo XX, el desplazamiento permaneció invisibilizado como una consecuencia o “efecto colateral” del conflicto armado interno, por esta razón, una de las principales deudas por saldar con sus víctimas es reconocer el papel central que ha tenido esta forma de violencia en la génesis y evolución del conflicto colombiano y de esa manera garantizar su no repetición. Si bien es incuestionable que el desplazamiento forzado es el delito cometido a mayor escala en el conflicto armado colombiano, no existe certeza sobre el total de víctimas, en las últimas décadas ha venido en aumento los desplazamientos forzados a la población civil, quienes en su mayoría se encuentran asentadas en los municipios más pobres y vulnerables del país. Para comprender cómo Colombia llegó a convertirse en el segundo país a nivel mundial con la mayor cantidad de desplazados internos, el presente capítulo reconstruye la evolución histórica del desplazamiento forzado como resultado del conflicto armado interno y las diversas formas de violencia, en primer lugar, a manera de contextualización, se reconstruyen los antecedentes del éxodo y los procesos de despojo de tierras y territorios en el siglo XX, los cuales hacen parte de la génesis del conflicto armado. En segundo lugar, se presenta una caracterización de la evolución histórica de la dinámica actual del desplazamiento en la Colombia contemporánea, la cual según la Corte Constitucional, tendría como punto de referencia el año 1980. Desafortunadamente para la memoria del país y en especial en relación con las “deudas pendientes de verdad y de memoria, con generaciones precedentes, incluida la generación de La Violencia, que aún vive” no es posible determinar con precisión la magnitud ni la evolución histórica del desplazamiento forzado durante la mayor parte del siglo XX.
Lo anterior se debe a que el desplazamiento pasó sin reconocimiento alguno, sin una definición jurídica, sin que fuese tipificado como delito, y sin mecanismos ni formas institucionales de interpretarlo, entenderlo, atenderlo y repararlo. Sin embargo, a pesar de su desconocimiento en la historia institucional, el desplazamiento durante este periodo constituye un factor decisivo para entender la génesis y evolución del conflicto armado interno y las múltiples violencias en el país. En el llamado periodo de La Violencia, que transcurre durante más de una década desde 1948 hasta 1958, en medio del caos nacional y una prolongada crisis de gobernabilidad, se desata una brutal guerra promovida tanto por conservadores como por movimientos liberales y comunistas. El 9 de abril de 1948, en Bogotá, durante el gobierno de Mariano Ospina Pérez (1946-1950) se produce un acontecimiento decisivo asociado a la génesis del conflicto armado interno con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, jefe del liberalismo y candidato a la presidencia de la república.
El asesinato de un caudillo de masas lo convierte en un acontecimiento simbólico que desencadenó una serie de confrontaciones entre liberales y conservadores, principalmente en la capital nacional, pero también en otras ciudades del país, el recrudecimiento de la violencia, justificada en odios partidistas que provenían desde las décadas de los años veinte y treinta “produjo dinámicas sociales que fueron más allá de los alineamientos partidistas como ciertas expresiones del bandolerismo y de las guerrillas”
La violencia se intensificó principalmente en las zonas rurales, donde se produjeron enfrentamientos entre grupos de autodefensa campesinos y civiles armados patrocinados por el Estado bajo, políticas represivas contra el comunismo. En este escenario de permanentes enfrentamientos sin tregua se produjo una serie de asesinatos violentos, muchos de ellos a través de masacres indiscriminadas, que dejaron como resultado por lo menos doscientas mil personas muertas, Fue el comienzo mas alto y de relevancia proporcional de la época que promovió la violencia y el desplazamiento forzado hasta la actualidad y que hoy en día sigue teniendo escenario en el país. A pesar de todas las secuelas que ha dejado, Colombia sigue enfrentando una crisis por esta problemática que no solo ha marcado una historia diferente para muchas personas si no también por porque se convirtió en un conflicto socio político armado de interés, donde los limitados grupos de crimen organizado, en su decadencia y negociaciones con el gobierno cuentan con un partido político que los representa. La complejidad de este tema ha tenido un papel fundamental que hace cuestionar en muchos aspectos la forma de como se lleva a cabo esta situación en el país.
OPINIONES Y COMENTARIOS