El mundo, mi mundo

Alumna/ 6- Primaria

Esa tarde en la biblioteca todo estaba en silencio, era uno de esos días en los que todos tenían algo que hacer. Había un grupo de niños haciendo los deberes, de vez en cuando se preguntaban y la bibliotecaria aguzaba el oído para escuchar las preguntas que se hacían entre ellos, ya que le parecían un grupo de niños muy intrigante. Después de estar dudando Pedro preguntó:

-¿Quién soy yo en este mundo?

En ese instante todos miraron a Pedro asombrados. La bibliotecaria miró al niño de ojos grises con admiración, le impresionó su pregunta. Pedro se quedó pensando que tendría de especial su pregunta, lo que él no sabía es que lo que tiene de especial es que nadie sabe contestarla, o al menos no bien.

Al llegar a su casa Pedro le hizo la misma pregunta a su madre.

-Eso lo tienes que averiguar tú.

-¿Cómo?- insistió Pedro.

-Preguntándote quién eres.

-Y ¿quién soy?

-Esa respuesta la sabes, sólo tienes que encontrarla dentro de tí.

Pedro se fue a su habitación pensando en la conversación con su madre. Después de meditar un rato se levantó, fue a ver a si madre y le preguntó:

-¿Quién eres?

Su madre meditó un momento y contestó:

-Yo aún no lo sé, sigo buscando dentro de mí, lo único que sé es que cuando lo sepa seré muy feliz y podré disfrutar aún más de la vida.

-¿Como hago para saber quién soy?

– Mira en tu interior, ¿que ves? Ese eres tú.

Pedro volvió a su cuarto cabizbajo, las palabras de su madre eran difíciles de entender.

Toda la vida le habían dicho que las cosas pasan por una razón, entonces él existía por una razón…

A la mañana siguiente se levantó y fue a ver a su madre.

-¡Ya sé quién soy y por qué estoy aquí!

Su madre le miró boquiabierta

-Yo existo porque el mundo necesita de todos para tener un equilibrio, si alguien muere otro nace, yo estoy aquí para darle equilibrio igual que todos, pero estoy para darle equilibrio a mi manera, siendo yo.