Escritos de la Noche

¿Por qué lloras?

Alzo mis ojos al cielo y muy silencioso pregunto a él ¿por qué lloras? Y encuentro en sus labios respuestas que describen su dolor.

Amigo, no preguntes el motivo de mis tristes sentimientos, no me fuerces a decirte el porqué de mi dolor.

¡Responde! No me dejes con la duda te suplico por favor, y con lágrimas en los ojos me responde con amor.

Amigo, todos conocen de mí lo que ellos quieren ver, pero siempre que los miro no me puedo contener y mis lágrimas se escurren con terrible rapidez.

Si contara lo que he visto y supieras más de mí, tú también te enfrentarías a la duda del porqué. En la vida hay injusticias que no puedo impedir, en la vida siempre existente los que quieren combatir, los que buscan ser mejores destruyéndose entre sí.

Hace tiempo que yo he visto como ustedes se destruyen, como tratan de ganar ayudados por la muerte, como quieren imponerse con las armas del presente.

En los días de mi vida cuando era muy pequeño, cuando apenas aprendía a servir y hacer sincero, muchos actos de ustedes me marcaban el corazón y hacía que mi vida se llenara de dolor.

Cuántas guerras han habido, cuántas muertes existidas, cuántos llantos de los niños, cuántos pobres mal heridos y ustedes lo repiten como estrofa de canción.

Dime amigo, yo he llegado al rincón de los países y ninguno se exonera de las cosas que yo he dicho, y el trabajo que yo hago siempre ha sido mi tarea, abrigarlos día y noche con el manto de este cielo, y a pesar de lo que he visto o siguiera yo mirando, hasta el día de mi muerte seguiría abrigándolos.

Fin.

Déjame llenarte de detalles
y cubrirte toda de poemas,
déjame mostrarte los tesoros
que un día guardé para entregarte.

Busco sembrar en tus jardines
las flores que ya se marchitaron,
plantar aquellas que cortaste
el día que a ti te lastimaron.

Si dejas tus flores en mis manos
yo mismo seré su jardinero,
y pronto haré que tus jardines
recobren la vida que perdieron.

Fin.

Dime qué sueños pintas para pintarlos contigo,
y ponerle los colores que hagan sentirte viva;
Dime si esos sueños llevan contigo años,
o son los que hace poco a ti te visitaron.

Cuéntame de tus sueños para poder dibujarlos,
y hacer que poco a poco puedas visualizarlos,
tal vez me cueste un poco, quizás me tarde algo,
a lo mejor y sea antes de que termines de contarlos.

Los sueños son un reflejo de lo que llevas dentro,
de todo lo que tu mente desea sin expresarlo,
no dejes que esos sueños se oculten en tu memoria,
y un día no los recuerdes y dejes de dibujarlos.

Fin.

Soñé que estaba contigo disfrutando de tus besos,
y notaba que tus manos a mi pecho se aferraban,
y logré sentir tu alma, que por dentro se quemaba.

Vi tus ojos como fuego, que a mi alma devoraba;
yo sentía que mis manos a tu cuerpo se aferraban,
y dejé que mis caricias te mostraran que te amaba.

Vi tu cuerpo como lienzo que recién se preparaba,
y noté que con mis besos una rosa se pintaba,
y dejé que todo el lienzo con mis besos se llenara.

Fin.

Cuanta alegría hay en mi vida
al recordar que, en unos días,
tendré la dicha de estar contigo
sin que podamos decirnos adiós.

Y si le sumo, que al día siguiente
seré el primero en saludarte,
con la fragancia de una rosa
y con el canto del ruiseñor.

Daré las gracias al sol que nace
por permitirme tener un beso,
de la persona que ha conquistado
con su sonrisa mi corazón.

Fin.

Quiero encontrarme contigo, sin temores ni prejuicios,
recorrer con mi mirada la silueta de tu cuerpo,
descubrir con mis caricias los lugares más perfectos,
enseñarte los secretos que tu cuerpo desconoce.

Quiero encontrarme contigo, sin pensar que hay un mañana,
saborear el dulce néctar, de tus pétalos de rosas,
embriagarme con tus besos, que a mi cuerpo descontrolan,
encontrar el punto exacto, donde todo se desborda.

Quiero encontrarme contigo, y escuchar de ti un te quiero,
que mis besos te acaricien y te lleven hasta el cielo,
y logar que un gemido se desprenda de tu cuerpo,
sin que puedas controlarte y me busques en tus sueños.

Quiero encontrarme contigo y saber que aún recuerdas,
que mi cuerpo y tu cuerpo, nunca más serán los mismos.

Fin.

Daría mi vida por encontrarme contigo,
fiel he sido en buscarte desde que supe de ti,
te busque una noche en el cielo estrellado,
pero alguien me dijo que te acababas de ir.

Te busqué una mañana con el sol de testigo,
perseguí tu perfume sin poder conseguir,
que estuvieras conmigo como un día soñé,
ojalá y mis sueños se pudieran cumplir.

Fin.

Se acercan los días donde me siento triste,
donde mi alma llora porque no estás aquí.
Aún recuerdo el día cuando te fuiste lejos,
y dejaste un vacío muy dentro de mí.

Deseo que sepas que aún te sigo amando,
que todo lo diera por volverte a tener.
deseo abrazarte sin temor a perderte,
y dejar que tus manos se aferren a mí.

Fin.

¡Muerte! Eres cruel amenaza de los hombres,
llevas en tus venas los sufrimientos de muchos amores,
no te importa el amar, no sabes si aquel que ha amado,
necesita de ti para olvidar, no eres anhelada, nadie te quiere,
y hoy menos que nunca te desprecio.

¡Muerte! Qué has hecho con la vida de quienes confiaron,
que tú llegarías mucho más tarde, traicionas a aquel,
que no teme tu llegada, piensas que estará feliz al encontrarse
a tu paso, no hay perdón para ti, no hay amor en tu vida.

¡Muerte! Te llevas el alma de muchos seres amados,
y dejas a tu paso los sufrimientos de quienes se aferran a la vida,
tú eres muerte, eres hielo, eres tinieblas y, aun así,
siempre sigues viviendo.

Fin.

Quiero gritar ante el cielo cuanto dolor he sentido,
al saber que tú has partido para nunca más volver;
siento la pena que abruma a este corazón dolido,
que poco a poco parece, que va a desfallecer.

Me encierra toda tristeza que siento en esta vida,
de pensar que ya no puedas ni siquiera saludar;
parece que no comprendo que las cosas que han pasado,
tan sólo Dios las decide, y así es su voluntad.

A pesar que he comprendido, que de este mundo te has ido,
nunca podré aceptar que te vayas de verdad;
este dolor es tan grande, que nunca en esta vida,
aunque los años transcurran, yo te podré olvidar.

Fin.