Pamela.

ENTRE TONOS AGRIDULCES

Entre tonos agridulces
Tu voz me encantaba
Tímida como cada mañana
Tus ojos susurrándome al oído
Cuando ya no podían cerrarse más
Me decían que ya
Que hoy saldríamos
A caminar por las aceras grises
Para convertirlas en adoquines
Guindas o naranjas
No sé yo

Aquí entre lluvia y risas
Compongo unas letras
Para derretirte una vez más
Para verte pura en la mañana
Para sacar de tu mente
Todo lo que no sea lindo

Aquí entre lejanía inevitable
Vengo a decirte que no
Que no seremos caras desconocidas
Que reencontrarnos está escrito
Y que nuestras manos volverán
Al sitio donde las fuerzas sobran
Al lugar donde nuestros corazones
Ya cansados de esperar
Continúan latiendo con fervor

Aquí entre distancia que ya no sentimos
Te vengo a decir que sí
Que sigo siendo tuyo
Nada más que tuyo
Y ni siquiera del tiempo.

DÉJAME ALZARTE

Déjame alzarte entre la niebla
Para que veas aquel sol
Que se ensalza en lo alto
No lastimaré tu cintura
Ternura y cariño habrán en mí
Deja de ver mi sonrisa
Y posee aquella estrella
Tócala
Y apágala con tu pensamiento

La lluvia nos condenará
De ser necesario
La gente se mofará de ambos
Nos creerá inútiles
Pero sabemos en lo hondo
Que le devolvimos el cariz al mundo

Al reposar nuestras cabezas
En el jardín húmedo
No nos miraremos
Pero esbozaremos sonrisas
Que recordamos de antaño
De tiempos mejores
En los que éramos obviados

Ya sin sol allá arriba
Podremos empezar el ritual
Convertir el mundo
En lo que anhelamos
Derrumbarlo desde adentro.

ZONA DE PROMESAS

En aquella zona de promesas
Me quiero sentar contigo
Reírme cerca de ti
Leerte los labios
Mientras me besas
Corregir los días
En los que no éramos nuestros

En dicha zona de promesas
Quiero caminar un poco
Hacerte creer de nuevo
En que lo dicho una vez
No se desvanecerá tan pronto

En nuestra zona de promesas
Quiero elegirte nuevamente
Ser el lugar donde tus sueños emerjan
Mirarte a través del silencio
Poner mis manos en las tuyas
Y prepararme para ser tuyo
En la eternidad que nos espera.