Un 14 de abril me abandono sin dudar,
mi corazón pensaba, ¡estoy soñando!,
pero mi mente decía es real,
su cuerpo sin vida lo confirmaba.
Había muerto y mi corazón roto
quedo, solo la nostalgia abatió,
mi Esperanza me había abandonado,
no más sonrisas, abrazos, ni besos.
Las estaciones pasaron y solo
dolor existía, aunque recordé
cada advertencia y un camino deslumbre.
Ahora sé que nunca me abandono
solo se transformo y me guiara en todo
momento, porque esta en mi corazón.
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