Como una obra móvil
me proyecto en paralelo al cristal.
Soy, en este tiempo
arista última en un bucle
de experiencias ancestrales
y soles apagados
y vueltos a nacer.
Un tapiz celular
provisto de símbolos
y musicalidad.
A través de un grito de colores,
mi interfaz se suspende
sobre la luz del origen.
Se desprenden matices,
alimento del ímpetu imaginativo,
y se transforman dentro de mí
los sabores, sonidos
y texturas antes conocidas.
Toda materia
que circunda ésta,
mi aura,
vibra por ser idea,
estructura y dimensión.
Rocío Corel
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