«Siento que soy un muro sobre el cual la vida se encargó de incrustar MOSAICOS DECORADOS, algunos muy bellos y otros no tanto…» Alicia Prack.
LEGADO
Quizás, si ahora el mar fuese solo un pozo
desdibujado, sublimado
sin perfiles ni contrastes
y apareciera una gigantesca mano
que tomara un lápiz transparente como el aire
para tachar un último ítem del orden universal,
se iniciaría una lista de tareas a realizar,
el último huevo del último nido
se transformaría en la última golosina
de la última bestia sobre la faz del planeta
los cauces mostrarían su desnudez
los caminos se verían vacíos de todo
llenos de nada
serían solo rectas, curvas
ascendentes, descendentes
los colores emigrarían hacia otros mundos,
habría remolinos de hojas amarillentas
de plumas perdidas, errantes
de ecos lejanos de voces olvidadas
reinaría un silencio corpóreo, ruidoso, agudo
todos dormirían empequeñecidos
para luego desaparecer
tal vez esa mano escribiría sobre una hoja de nebulosa
otro renglón de un nuevo orden
quizás un óvulo recién creado
albergaría un espermatozoide
recién diseñado
depositado en un crisol de estrellas
sobre el cual un rayo de otro sol más joven
se posaría sobre el embrión
mientras nuevas semillas germinarían
en un suelo renovado
comenzarían a surgir otras vertientes de aguas limpias
así, podría ser que se anotara con prolijidad eterna
lo que se habría de establecer
como nueva oportunidad
la segunda
la última
como si fuera
otro legado paterno,
de ese modo recomenzaría la vida
para un ser puro
que se habría de servir
de agua, aire y alimento
bajo la misma
atenta, severa e inconmensurable
mirada universal
***
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A VECES
¿Dónde estará?
¿Dónde quedaron sus brazos repletos
de libros, apuntes y sueños?
¿Qué habrá sido de su amor eterno?
de su piel bronceada en verano
de sus manos enguantadas en invierno
de su pelo castaño, largo y lustroso
liberado al capricho del viento,
se fue alejando sin pausa
de manera constante
ya no la veo en los espejos
ni en la sombra que se recorta junto a mí
su barca vacía de penas y repleta de ilusiones
se marchó
su mano firme en el timón
la llevó por mil playas
para conocer incontables rostros,
hoy la recuerdo y me invade la ternura
ahora reside feliz en una ciudad lejana,
difusa, etérea
porque allí el tiempo se detuvo
en abanicos construidos con fotos,
cartas y besos desgranados,
que flotan ingenuos, crédulos
como toda promesa,
en su barca se acerca, a veces, a mi playa
se queda un instante y me besa
porque sabe que su puerto soy yo
luego retorna sobre sus huellas dibujadas en el ayer…
***
NO SOMOS IGUALES
Soy el viento.
El que anuncia tormentas
el que hurta palabras y gritos y despeina palmeras
te comparas conmigo creyéndote libre
¿Crees que el látigo anula temores,
pequeño mortal?
¡Si en las noches de invierno me temes
como pichón que ha volado lejos!
¡Compara, entonces y escucha!
yo ondulo las mieses y apuro el arreo
tú sólo las siegas cuando bien altas están,
dispones la siesta, si así lo deseas,
porque los bueyes saben esperar
sin mí no ascienden los globos al cielo
si abundo en ráfagas detengo el paseo
tú apenas dependes de mi intensidad
mis manos heladas propician abrazos
mira aquel niño buscando el abrigo
tú sólo podrías venderle vestidos
que quizás no tendría sin una moneda o dos
las bestias presienten si cabalgo en las lluvias
los globos descienden henchidos de risas
se apagan sus fuegos
se arrugan los colores
que han sido tan tersos
en la ascensión
me llevo promesas
promuevo el olvido
convierto las nubes en almas y sueños
alivio el estío y modelo las dunas
¡Si todas las tejas de tu propia morada,
si yo lo quisiera, podría arrancar!
***
TERNURA
Desde lejos no se percibe.
Pero cuando me acerco a tu cara
me veo yo misma en el espejo de cada uno de tus rasgos.
Dejo que tus manos me toquen,
que tus dedos se enreden en mi pelo y tironees,
jugando con los mechones, mirándolos, como queriéndome retener.
Tus labios se entreabren para decirme algo y luego los cierras.
No te hace falta decir lo que ya sé, desde que apareciste en mi vida.
Lo adivino.
Lo percibo en el brillo de tus ojos,
que se achinan en la sonrisa nueva y feliz.
Suspiras confiado a mi lado.
Tu mirada recorre mi cara
y compruebas que soy yo y no otra
la que te esperaba para compartir la vida,
hasta que el universo lo disponga.
Acaricio tu cuello terso con mis yemas,
y a través del tacto me llegan los latidos de tu corazón.
Me contagias alegría.
Me impregnas de felicidad.
Me fortaleces.
Tus manos se abren y se cierran tratando de asirme.
Ojalá entiendas que nunca me iré.
Si recién empezamos a vivir juntos.
Si estoy estrenando la gloria de tenerte en mis brazos.
Si tenerte, así, cerca de mí,
es mi sueño cumplido
hijo de mi alma.
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