Una historia de amor en 4 poemas

YO TE QUIERO

Yo te quiero libre entre mis brazos y esclava de tu sabiduría y de tu verdad.

Yo te quiero amante del océano, de la vida y las palabras, incompletas, sin el cemento del amor y la fusión de dos cuerpos que nacieron para ser uno.

Yo te quiero tinta del poema que acaricia mi cuerpo y entrelaza las serpientes de mi destino.

Yo te quiero Eva y comerme tu manzana y huir del paraíso al jardín de tus delicias de enjambre de años-luz, de conocimiento infinito y de guerra de labios.

Yo te quiero agua.

Yo te quiero lágrima en mis ojos.

Yo te quiero sonrisa en mi cuerpo.

Yo te quiero así, como tú eres, reposada, egocéntrica, artista, armoniosa, gacela elegante y corona de león, y yo, leona cazadora de cuentos salvajes y compartirlos contigo.

Yo te quiero sal y beber tus labios.

Yo te quiero aroma de hogar y deshacer una princesa valiente en un colchón de años y noches y estrellas.

Yo te quiero voz sensual y eco de mis instintos llamando tu cuerpo.

Te quiero llena, plena, acariciada, ensortijada, desnuda, vestida, caída, dormida, despierta, deseada, meliflua, diversa, literata, poeta, belleza dibujada en lienzo y yo pincel en tus manos.

Yo te quiero silencio aunque tu voz callada me queme el alma; quiero esas llagas para tu cura de fonemas inquietos, anhelantes sobre mis manos vacías.

Yo te quiero en danza de caderas, rodillas, tobillos, articulaciones, muñecas de fino cristal esposadas a mi vidrio en el fuego candente de voces que se abrazan.

Yo te quiero tierra prometida y velero sobre mis aguas.

Yo te quiero en mi pecho y un aliento sobre rizos mullidos acariciando un beso.

Yo te quiero billón de neuronas y descubrir secretos y acariciar la llave de tu corazón.

Yo te quiero nuca invisible y preciosa.

Yo te quiero sol que me da vida y trabajo que me agota y me vive, y me arrastra al daltonismo del último color que pinta tus labios.

Yo te quiero vida a mi lado.

TIEMPO

Si yo tuviera tiempo
quitaría tus acentos de mis segundos
Si yo tuviera tiempo
me colocaría un minuto en tu habitación
dibujando mi alma.
Si yo tuviera tiempo
no pensaría en ti.
Si yo tuviera tiempo
creería en los ateos del amor y, entre ellos, a ti que siempre has negado mi fe].
Si yo tuviera tiempo
arrancaría tu cabello mientras duermes para fabricar la trenza convertida en cadena de retrete y tirar con fuerza y observar lentamente como desparecen los rescoldos de mi deseo].

Si ella tuviera tiempo
la conquistaría.

Si yo tuviera tiempo
adelantaría mi reloj hasta des-hacerme de ti.

EN MI AQUÍ PERTENEZCO Y ASÍ ESTOY.

La luz cubre todos los espacios de mi pecho.
Soy brisa allí donde mis ojos dan al mar
No quiero una espalda morena
que me ayude a abrazar tu espejo.
Aquí pertenezco y así estoy.

Mañana seré otro lugar y otra vida
mañana volverá dividida
la luz de tu rostro en pulso y cenizas.
Y yo volveré a ser un filete tierno
a la hora del almuerzo.

No espero a la noche y su arrebato
Aquí pertenezco y así estoy.

No hacen falta caricias
cuando el viento fresco sacude las mejillas
No hace falta cobijo
si la pesada sombra se aleja
No hace falta tu ayuda
si la fresca fruta madura
si la densa miel se añeja.

Aquí pertenezco y así estoy.

BELLA EN MI ALMA

Nunca tus ojos oscuros tuvieron
ese brillo tan bello,
ni tu piel fue tan tersa y fina
ni tu figura, tan frágil y vigorosa
sobre aquellos zapatos de cristal,
confirió tan alta corona y majestad.

Nunca tu voz y sus sonidos fueron tan satinados.
Encantaba serpientes de mil escamas
y su sensualidad de porosa suavidad
superaba en sensación al límite del orgasmo.

Nunca tu cabello ondulado
contuvo tan adornados brillos:
plateados, dorados, informes
que iluminaban todo, que lo ocupaban
Todo.

Nunca fue un cuerpo
tan esbelto
tan deseado
tan cubierto por ternuras infinitas
replicadas en miles de palabras
que envolvían desde mi hoja tu cintura.

Nunca antes tu cadera quedó sostenida
en danza tan embriagadora
que maduraba fantasías y sueños
crepusculares, sobre nidos de cigüeña.

Nunca serás lo que fuiste
dentro de mi pecho
Imagínate lo que hubieras sido
entre mis manos.