Como un libre gorrioncillo,
como un barco en alta mar,
como un niño entre sus juegos,
como una ave en libertad.
Como el viento sin barreras,
como la brisa del mar,
como cae la fresca lluvia,
como el día que se vá.
Soy tan libre como el viento,
como la brisa del mar,
soy feliz como el niñito
cuando juega en libertad.
Soy felíz cuando la brisa
me acaricia al pasar,
cuando el viento con mi pelo
juguetea y se vá.
Me agrada sentirme libre,
soy felíz en libertad,
me agrada saber que puedo
correr, jugar y soñar.
Que no existen ataduras
que me puedan sujetar,
que me tengan prisionera
en tristeza y soledad.
Quiero correr con el viento
y con la lluvia bailar,
con la brisa ir de la mano
y con el ave cantar.
Jugar a las escondidas
con el día que se vá,
y despertar la mañana
para volver a trepar
sobre aquel enorme cerro
y desde ahí contemplar
lo hermosa que es la vida
cuando tienes libertad….
Sin adiós
De pronto lo vi alejarse,
el corazón me dolió,
no entendí lo que pasaba
no entendí porque el adios.
Me quedé tan sola y triste,
y en mis manos una flor
tan hermosa y tan perfecta
como perfecto su amor,
por eso me era imposible
comprender porque el adios,
cuál sería el error tan grande
que su amor no perdonó,
en que me habré equivocado
que no merecí perdón.
Guardé la flor con cariño,
aún olía a su loción,
la puse entre los recuerdos
que construyó con su amor.
La guardé con los suspiros
que de mi pecho arrancó,
la escondí entre aquellos besos
que me dió con tanto amor.
_______ _ ______
Sentado en el verde prado
al final de la arbolada
contemplando el horizonte
al sol que lejos se esconde.
Con él se ha llevado el día
y el viento se hace más fresco
y de lo que hoy he vivido
tan solo queda el recuerdo.
Las aves revolotean
cantando de rama en rama,
su trinar es diferente
al trinar por la mañana.
Su cantar no es tan alegre
como al anunciar el día,
de hecho creo que es triste,
se siente melancolía.
De mi pecho suavemente
se me escapa un suspiro,
un día más que concluye
en que tu no estás conmigo.
Poco a poco el verde pasto
va perdiendo su color,
las aves desesperadas
buscan el mejor rincón,
sobre las ramas de enmedio
del árbol de su elección.
Gran baruyo han armado
me pregunto que dirán,
¿cómo se pondrán de acuerdo
sobre donde pernoctar?
Sé que debo levantarme
y buscar también mi rama,
pero como ellas quisiera
poseer hermosas alas,
para volar a buscarte
y que termine bien mi día,
decirte cuanto te amo
y que me hagas compañía,
que me quites la tristeza
compartiendo nuestras vidas.
Recibir cada mañana
conviviendo en alegría,
que nos encuentre la noche
añorando el nuevo día.
La penumbra ya me envuelve,
ya la noche me acaricia,
ya los grillos canturrean
y la luciérnaga brilla.
Con mi nostalgia y mi pena
ya comienzo la partida,
a cada paso te pienso
recordando tu sonrisa,
la ternura de tus ojos,
y lo suave de tu risa.
Camino muy lentamente,
por llegar no tengo prisa,
a cada paso te pienso
sintiendo nostalgia y dicha,
Nostalgia porque estás lejos
y con tu amor ya no cuento,
dicha por mis recuerdos
y poder verte en mis sueños,
ese es todo mi tesoro,
de tí es todo lo que tengo.
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