Ciclorruta Alameda El Porvenir, al occidente de Bogotá, Colombia

Una mañana lluviosa recogí a una pasajera en mi bici taxi. Ella con un tono de extranjera me preguntó por mi trabajo de conductora en un mundo, que pareciese diseñado para hombres, por la fuerza que se debe aplicar al manejo de la bicicleta que transporta hasta dos personas y el mío propio, unos doscientos cincuenta kilos. Yo le explicaba que me siento bien y a gusto transportándolos. Quizás al principio si fue más pesado, mientras me acostumbraba, pero luego, se volvió mi trabajo y de paso, mi deporte. Y además, la ciclorruta por donde transito día a día es organizada y muy pensada para los ciclistas y los peatones.

En el corredor diseñado como ciclorruta, el aroma de los árboles, el viento fresco y sosegado contrasta con el paisaje de los miles de trabajadores que lo recorremos y utilizamos en nuestro medio de transporte, nuestra bicicleta, en mi caso, mi bici taxi. Es una jornada diaria que comienza a las cuatro y media de la mañana y se repite durante todos los días de la semana.

Es un recorrido, que realizamos muchas personas, niños, jóvenes, adultos y hasta los mayores. Los árboles que están al lado de la vía hacen que la ruta al occidente de Bogotá, sea bonita y acogedora. Son dieciocho kilómetros que empiezan en la localidad de Bosa y llegan hasta la de Fontibón, pasando por Kennedy.

Esta ciclorruta, al mejor estilo europeo está adornada con árboles que le dan una apariencia de parque. Los árboles de Caucho Sabanero, Palmeras, Falso Pimiento, ciprés y cerezos brindan a los ciclistas sombra, especialmente en esos días calurosos o protección en aquellos momentos de lluvia.

Esta ciclorruta da para todo, ¡Qué tal un tinto o una aguadepanela caliente a la madrugada! Pues, personas muy acuciosas los atienden y además, ofrecen otras delicias como la arepita de maíz, la empanada, la torta, agua, y el jugo. Pero, si se trata del pinchazo en la rueda también se encuentran los talleres de la bici. ¡Ah!, pero, si usted perdió sus mano libres o necesita chaleco y casco también allí se los ofrecen a cómodos precios.

Es toda una genialidad esta ciclorruta, que ya cumple veinte años y es considerada como una de las más concurridas no solo en Colombia sino en Latinoamérica.

No se trata sólo del asfalto de la calle y del paisaje que ofrecen los verdes árboles, se trata de la vida que allí se respira y que con toda seguridad, no está contaminada por el humo de ningún vehículo ni de servicio particular ni de servicio masivo.

Eso sí, el manejo de la bicicleta o el caminar del peatón es deporte puro que activa las células del cuerpo y relaja al ser humano que por allí transita y lo lleva a su sitio de trabajo o de estudio. Pero, es necesario que siempre lleve la chaqueta para protegerse del frío de la madrugada o de la noche y el impermeable, tampoco puede faltar en su atavío.

Ojalá se siga promoviendo la construcción de otras ciclorrutas en Bogotá, llenando de emociones y buenos sentires a sus usuarios, tal como sucede con La Alameda El Porvenir, corredor que permite transitar una buena parte del occidente de nuestra bella ciudad capitalina, —- agregué —– cuando llegamos al destino de mi pasajera en el barrio Castilla Reservado, uno de los conjuntos residenciales cercanos y que limitan con este corredor.