Aquellos días en el que siendo niños jugábamos sin parar en las calles, en las plazas.

Aquellos partidos de fútbol que jugábamos en la Plaza de la Mariblanca, donde nadie quería tenerme en frente, porque les hinchaba a patadas, y me dejabais de portera pues era muy buena.

Cuando en los programas de televisión te ponían a barrio sésamo, y la bruja avería soltaba sus carcajadas malvadas que hacían tanta gracia, cuando cantaban eso de un globo, dos globos, tres globos. Aquellas noches que nos sentábamos toda la familia a ver el un, dos, tres, y el pan y chocolate que nos comíamos para merendar eso era la verdadera calle infantil, donde todo el mundo se conocía y sentía saber todo del otro, aquellos tiempos no volverán y la verdad es que es una verdadera pena.

Las partidas de chapas por los bordillos, siempre que estábamos unos con otros, siendo tan felices.

Recuerdo aquellos partidos de tenis cuando tu padre pintaba la raya que delimitaba, donde había que marcar el punto de partido completando aquel set, que no queríamos que terminará nunca.

Me acuerdo de tantos momentos tan gratos de mi infancia, por aquellas noches que no tenían fin, ya que eramos los últimos que nos íbamos, por tanto el cierre le poníamos nosotros, hasta el día siguiente.

Aquellas vacaciones en el que tu y yo vivíamos al cien por cien, como unos amigos, que en verdad querían algo mas que no pudo ser, porque solo era un simple amor de verano que no iba a mas.

Aquellas peleas porque tu eras mejor que yo, o yo mejor que tú.

O cuando íbamos en bicicleta y tu madre nos custodiaba, como si fuera una escolta para que no nos pasará nada.

Las salidas al cine con mis amigas, a ver si por las calle stuart te encontrabas al chico que te gustaba, y si te miraba te derretías.

Aquellos momentos fueron los mas felices de mi vida, en cambio con los años todas esas experiencias vividas juntos, la distancia se puso por el medio y ahora ni siquiera nos hablamos por vergüenza.

Ahora que era el momento perfecto de intentar lo nuestro, como nos prometimos en aquella carta, que nos juramos amor eterno, donde seríamos felices sin que nadie ni nada nos rompiera esa bonita relación que teníamos los dos.

Ahora la infancia se basa en unas tristes máquinas, llamadas Tablets que tienen juegos que hace que los niños no se relacionen pues se quedan en casa jugando en linea, no se miran a la cara, ya casi no bajan a la calle a echar partidos de fútbol, ya si acaso juegan en el terreno de juego, y es para competir.

Me da pena pensar que la sociedad halla cambiado tanto, de que ya no tenga los mismos valores, y la inocencia de la que yo disfrute, ya no se tenga.

Pero ahora somos mucho mas avanzados tenemos un montón de tecnología, pero no el cariño de la gente, con la que se hablaba y sentías que te correspondían, ahora no hay nada de eso.

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