Resultado de imagen para imagenes de la plaza roja en Moscu

Me encontré en la calle con viejo amigo, profesor universitario que se casó en la ciudad de Barranquilla y vino a pasear a Bogotá.

-Hola profesor gusto en saludarlo, se encuentra de compras en Bogotá.

– Si vine a comprar unos regalos para Navidad. – Me contestó.

-¿Y ese elegante vestido?

– Es ropa italiana. Me lo regaló mi hija con la camisa y estos zapatos la semana pasada cuando estuve en Venecia. – Me dijo:

-¿Cómo le pareció Italia? Le pregunte

-Bellísima sobre todo Venecia y Roma. También estuve 10 días en Rusia me fui solo, dejé a mi esposa y a mi hija en Italia y me eché unas canitas al aire en la Plaza de Moscú.

-¿Como le pareció Moscu?

-Usted sabe que a mí me gustan los muchachos y en la Plaza Roja me cayeron como moscas. Esa plaza es enorme y me hospedé en un hotel cerca de la Catedral, salí del hotel a las sis de la mañana para conocer la ciudad luego conseguía un muchacho a las ocho de la mañana, lo invite a desayunar hablaba varios idiomas y muy culto lo lleve al hotel y después a la cama, me despedí de el y salí de conquista a buscar otro, lo invite a almorzar y me lo llevaba a la cama y por la noche fui a un bar y me conseguí otro lo invite al hotel. Así fue durante mi estadía en Moscu durante diez días me acostaba con cuatro o más muchachos rubios de ojos verdes diferentes cada día, muy cultos y elegantes, pagaba de 10 a 20 euros, cada uno. Sentí nostalgia cuando salí de la ciudad.

-¿Y su mujer y su hija conocen estas andanzas?

-No… No. Dios me libre. No quiero que mi esposa diga ¡Mi marido es gay! Y me pida el divorcio. Ella les dice a sus amigas que se siente orgullosa de mi por tener al marido más leal del mundo. Lo que más me aburre cuando me acuesto con ella es ver ese vientre, todo arrugado parece una llanta de tractor, esas nalgas y esos muslos gordos llenos de grasa y el aliento fétido cuando se quita la caja de dientes y abre la boca para besarme y la flatulencia, me da impresión de haberme acostado con una vaca, y me dan ganas de salir corriendo de la habitación. Y para mi hija seria una tragedia estando recién casada.

-Profe, usted es peor que Mesalina la esposa del emperador romano Claudio.

-Usted sabe, lo que no se voltea no se asa. Me contesta.

– Y no le da miedo contraer un sida y contagiar a su esposa. El escándalo seria peor.

– No, yo miro que estén bien de salud. Bueno tengo una cita con un muchacho en la Plaza de Bolívar. No vemos en cuatro horas en la panadería de la esquina.

Le cumplí la cita a las cuatro horas, llegue a la panadería me tome un cafe, al rato el profesor llega en camiseta con un pantalón sucio y sin zapatos.

¿Qué le paso profesor?

-Me atracaron.-¿cómo? Le pregunté.

-El joven me llevó a una residencia, entramos a una habitación, me desnudé, me acosté en la cama, el salió para el baño. Yo cerré la puerta, al rato golpearon, la abrí un sujeto con un revolver me lo puso en la frente y me dijo, “Esto es un atraco”. Se puso mi vestido con los zapatos, el muchacho no volvió y me toco ponerme sus pantalones usados que me dejo el atracador.

-Bueno yo le presto para que compre un vestido nuevo con zapatos.

Lo acompañe a un almacén, y me despedí de mi amigo.

Víctor Bedoya

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS