A mi abuelito Silverio

Cuando niña mi madre no tenia otra cosa mas feliz que hacer que agarrar a sus tres hijas Gla, Lily y Mar, vestirlas con los vestidos que ella misma diseñaba y llevarlas, junto a su esposo, a la casa del abuelito Silverio quien esperaba sentado en su sala, todo bien vestido para recibir a toda la familia y celebrar la Navidad.

Mi abuelito Silverio era un hombre alto con su pelo blanco y su bigote, con un rostro feliz, siempre alegre pero a la vez muy recto.

Mi abuela Juanita ya tenia la cena lista, esperando a su lado, riéndose siempre, conversando de sus temas, jamas discutian y con la ventana abierta y el arbol lleno de luces esperaban el toque del timbre de la puerta para poder abrir.

Llegaban los hijos y los nietos y mi abuelo Silverio hasta que no llegase el ùltimo hijo, no se paraba, y cuando ya estaban todos, sacaba su trago que durante el año preparo con Damascos y Champagne.

La musica de navidad alegraba la casa y mi abuelita Juanita con sus hijas mujeres servian la cena, todo era felicidad.

Mi abuelita Juanita enfermo y en su lecho de muerte le rogue me traiga del cielo un hijo porque yo no podia tener hijos, le dije que me ayude a ser madre y ella no hablaba pero volteo a mirarme y sus lagrimas corrieron por sus mejillas. Mi abuelita se fue al lado del señor y mi abuelito Silverio se apago y perdio la vista y se quedo ciego y nunca mas se celebro la navidad en su casa. Fueron muchos años felices, muchos años que quedaron en mi niñez y en mi juventud y asi quedo en el recuerdo.

Cuando inicie mi tratamiento para tener mis hijos, pensaba en mi abuelita Juanita y le rogaba me otorgue el hijo que tanto le pedi y fuè asi, la vida y Dios me enviaron dos niños varones, mellizos, como una vez tuvo mi abuelita Juanita y todo mi embarazo postrada en cama lo lleve pensando en ella, yo se que ella me los envio y me dio la dicha de ser madre.

Cuando mi abuelito Silverio estaba agonizando y estaba en su provincia, yo no podia ir a verlo porque tenìa a los bebes delicaditos pues nacieron prematuros y estaba en la capital de mi paìs, asi que pedi me lo pongan al telefono para poder hablarle. El solo escuchaba pues no veia. Cuando escucho mi voz se alegro y me pregunto que si era verdad que tenia dos varoncitos mellizos, le respondi que si y le conte lo que en lecho de muerte le pedi a mi abuelita Juanita y sentia que lloraba, entonces le pedi que por favor le diga a mi abuelita Juanita cuando la vea, que le agradecia porque se que ella me los envio del cielo. El me dio la bendicion y rogo por la salud y el bien de mis bebes. Mucho me recomendo los guie bien y prometio que siempre los cuidarìa.

Al dìa siguiente mi abuelito Silverio murió.

A la semana soñé con mi querido abuelito Silverio y estaba junto a la abuelita Juanita, estaba sano, podìa ver, estaba feliz, siempre vestido con su camisa blanca y su pantalon azul, solo me miraba y sentia que me decia que todo estaba bien y que mi abuelita Juanita tambièn estaba contenta por los bebes. Ambos me sonreian. Era hermoso. Alli comprendi que si le llevo mi mensaje a mi abuelita Juanita y ambos querian expresar el cariño y la alegria que sentian de saber que logre tener mis bebes. Al despertar le conte a mi esposo el sueño y me dijo que los bebes siempre estarìan bien cuidados.

Siempre rezo por ellos, siempre los recuerdo, los llevo en mi corazón, hace poco se llevaron a mi madre linda y se que juntos en el cielo cuidan de mis hijos y especialmente hoy les dedico esta historia porque uno de mis mellizos, mi hijito LUIS ALONSO se graduo en la Universidad como Economista y es algo maravilloso que quiero compartirlo con ellos, y mi otro hijito Diego, su mellizo, va en ese camino y un dìa serà Medico. GRACIAS ABUELITO SILVERIO. AHORA CELEBRO MI NAVIDAD CON MIS HIJOS, CON MI FAMILIA COMO A TI TE GUSTABA. Gracias Dios, Gracias Mama, Gracias Papa, Gracias abuelita Juanita. Un beso MARICELA