Familia, la que me abandono, la que tuve o la que debería haber tenido. Lo cierto es que de entre ellas no quedo con ninguna.

Fui un niño complicado y frágil, siempre planeando que hacer para huir de mi realidad, cerrar los ojos y volar, cazar, saltar o jugar con animales inexistentes hasta que volvía a abrir lo ojos.

En mis primeros pasos por este mundo me acombañaban Ana y Juan, venia rebotado de otras dos casas de acogida que no vieron con buenos ojos mi incapacidad de tolerar el polvo o las esporas de la primavera. Fueron buenos conmigo y trataron de cuidarme lo mejor que pudieron pero al poco de llegar tuvieron un hijo propio, – No va a cambiar nada – decían, los cojones. Todo cambio y no para bien, yo no podía entender el desdén al que se me sometía y lo peor es que pagaba mi frustación con el pequeño Lucas, lo que me hizo ganador de un billete hacia cualquier otra parte.

Con 7 años es más complicado encontrar una familia, lo que no faltan son las casas de acogida donde más que un niño eres una forma de obtener subvenciones del estado, en aquel entonces recuerdo el preguntarme porque coño acogen niños aquellas “personas” a las que no les importan una mierda. Echaba de menos a Ana y Juan o JANA como yo les llamaba a medio camino entre mote cariñoso y e insulto sutíl, al menos en aquella casa habia paz, me dejaban tranquilo y no tenia que luchar por todo. Pedro y Clara no eran muy esplendidos con las raciones de comida que digamos, lo que ocasionaba más de una pelea que solía acabar con una bofetada, ruin pero efectiva. No se de la cloaca de la que Pedro había salido pero se encargaba de ganarse el odio que toda la casa le profesaba, incluyendo a Clara, que pasaba el día abrazada a una botella para huir, a mi me bastaba con cerrar los ojos. En esta casa empezó a crecer mi verdadera familia, Tomas más que un hermano adoptivo y Carmen que no podía sacarme de la cabeza, incluso cuando huía con mi imaginación siempre acababa encontrándome.

En esa casa crecimos y nos unimos, los tres fuimos más que hermanos y en cuanto empezamos a ganar dinero salimos de allí y nuestro circulo de amistades crecio y con el mi familia, una familia que yo he elegido, que te falla y miente como todas pero tambien te quiere ya que sin amor no hay familia.

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